Como antes os decía, el pañuelo de papel español es un poco duro para mí, sobre todo, para mi nariz fabricada en Japón. Así que cuando lo utilizo, siempre lo separo en dos hojas, pero todavía el pañuelo tiene bastante solidez.
Así que felizmente conseguí unos paquetes de pañuelos de papel en el ayuntamiento. Estaba muy contenta porque, durante la estancia en Japón, podía aprovechar unos pañuelos de papel muy suaves y blandos.
Pero llegado el momento de utilizarlos, tenía una sensación extraña. Sentía algo de desconfianza, o sea, sentía que los pañuelos de papel eran demasiado suaves para mi nariz. ¡Qué pasa!
Estaba totalmente satisfecha de la suavidad del pañuelo de papel y me gustaba mucho esa suavidad, además esa suavidad la echaba de menos en España. Sin embargo, esta vez, el pañuelo de papel japonés era tan suave que sentía zozobra cada vez que lo utilicé.
Para colmo, los pañuelos de papel de la caja de cartón eran tan suaves y finos que sin darme cuenta saqué dos pañuelos seguidos. Si pasara durante la época de alergias en Japón, consumiría los pañuelos al doble de velocidad que en España.
Parece que mi nariz también se va españolizando poco a poco.





El almuerzo de hoy 31 de agosto de 2010:
Gazpacho casero.
Espaguetis con carne picada de ternera, zanahoria, pimiento verde, tomate, ajo y cebolla con un toque de queso rallado.
Ensaladilla de patatas alioli, pepino, judias verdes con un toque de sésamo.
Uva blanca al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.