Sin embargo, hoy me he pasado todo mi primer día del horario de verano con mi querida lavadora. Como antes os conté, me encanta hacer la colada, aunque no me gusta cocinar. En fin, durante el horario de verano, puedo aprovechar el sol una hora más. Es decir, puedo aprovechar una hora más de luz para secar la ropa al sol. ¡¡¡Viva el horario de verano!!!
Eso es muy gozoso para mí. Este año ha llovido mucho en invierno. Generalmente, es difícil secar la ropa en invierno, pero este año lo ha sido aún más con tanta lluvia. Como me encanta hacer la colada, no me molesta nada que la habitación esté llena de ropa tendida. Pero es evidente que es mejor tenderla bajo el sol. Así que hoy, en seguida, he aprovechado mucho los rayos de sol.
Mi lavadora ha trabajado un total de seis veces. Sin comer, sin descansar, sin quejarse, ella ha trabajado muchísimo. No ha parado de darle vueltas a la cabeza sin marearse, no sé cómo todavía puede tener fuerzas para recordar el país donde está. ¡¡¡Ah, gracias, gracias!!! Gracias a ti, me siento muy satisfecha.
En esta Semana Santa vamos a pasar juntas un día muy especial que sólo se repite una vez cada tres meses. Pronto vamos a compartir nuestro tiempo para disfrutar a fondo de nuestra próxima cita trimestral. Ya no puedo esperar. ¡¡¡Estoy loca de contenta por ti!!!
¡Atención! No os preocupéis. Estoy totalmente cuerda.

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