sábado, 22 de mayo de 2010

Es difícil de vivir

A pesar de mi apariencia, yo soy una gran cervecera. Cuando vivía en Japón, una de mis pocas diversiones era ir al "IZAKAYA" con mis amigos campechanos. No sé cómo se traduce la palabra "IZAKAYA" en español. Según mi diccionario, se dice que el "IZAKAYA" es un mesón, una taberna o una tasca. O sea, es como un comedor donde principalmente tomamos las bebidas alcohólicas y las comidas servidas como tapas.

Como antes os conté, normalmente, una cerveza en Japón es una jarra de cerveza. Como es una jarra, no tiene nada que ver con una cerveza normal en un bar de España. Es decir, una jarra de cerveza te deja bastante satisfecha y con la sensación de un deseo más que realizado.

Sin embargo, normalmente aquí en España se pide un vaso de cerveza, o sea, es demasiada poca cantidad para mí. Se puede beber de un tirón. Sé que puedo pedir una jarra de cerveza, pero con las amigas que tengo, no me parece adecuado. En todo caso, hay una regla tácita.

Desgraciadamente, a mis amigas de España no les gusta tanto la cerveza como a mí. Siempre se piden sólo un vaso de tinto de verano, o un vaso de cerveza. A veces, piden la segunda cerveza o la tercera, pero muy raras veces. En esa situación, es difícil pedir más cervezas, es que me siento un poco incómoda. Así que empiezo a beberla poco a poco contra mi voluntad. Es que no hay nada más insípido que beberse la cerveza a sorbos. La cerveza es una bebida que tiene que estar muy fría y se bebe antes de entibiarse.

Pero, las relaciones hunanas son importantes, no puedo perturbar el orden social. Como soy una persona que tiene buen criterio cívico, aunque no me gusta cocinar, siempre tengo en cuenta las relaciones humanas. Por consiguiente, lamentablemente, tengo que tomar la cerveza de la manera socialmente aceptada para adaptarme a las circunstancias. No puedo beberla del tirón.

Sin embargo, aunque la beba a poca velocidad, se acaba en algún momento. ¿Y qué pasa? Tengo ganas de tomar la otra. Bueno, con unas buenas tapas, es imprescindible una cerveza bien fría. ¿Verdad? Así que les pregunto a mis amigas si puedo pedir otra más. Normalmente, ellas me dicen que sí, claro. Así que por fin, puedo disfrutar mi segunda cerveza. Y repito la operación, o sea, la bebo a sorbos. Qué pena...

Sin embargo, también se acaba en algún momento. Eso es muy problemático. Es que nadie, excepto yo, toma su segunda bebida. ¿Puedo pedir la tercera?

No puedo aguantar sin cerveza en una situación en la que todavía queda comida. Quiero disfrutar la comida con una cerveza bien fría. ¿No os parece? Así que temerosamente pregunto a mis amigas si puedo pedir una cerveza más. En el caso de ayer, una amiga me dijo: "¿¿¿Más??? ¡¡¡Macarena, esa es la tercera!!!"

Desde mi punto de vista, tres vasos de cerveza en España son casi igual que una jarra de cerveza en Japón. En Japón, para mí es normal tomarme, por lo menos, más de dos jarras de cerveza cuando voy al "IZAKAYA". Así que, tres vasos de cerveza es algo parecido a un precalentamiento deportivo, o sea, es una situación como cuando todavía no ha comenzado el partido de verdad.

Me molesta que sea muy llamativa esa cerveza número "tres". En realidad, la cantidad de tres vasos de cerveza no es tanto como parece. En ese punto, España es difícil de vivir para mí.


El almuerzo de hoy 22 de mayo de 2010:
Aperitivo de tomate con ajo, pimienta, aceite de oliva, sal y perejíl.
Nidos de espinacas y de huevos con nata y queso.
Elaborado entre fogones por Macarena.

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