lunes, 30 de mayo de 2011

Mi contribución internacional

Como ya he dicho repetidas veces, parece que soy muy "guapa" en este país. Aunque ya estoy hasta la coronilla de recibir por la calle ese tipo de piropos como "¡guapa!" Ya he adquirido bastante conocimiento para saber cómo se trata a esa gente que me lanza tales palabras de elogio sólo por mi apariencia. Aunque los hombres no me dejan vivir en paz, yo misma he dominado el arte de vivir en paz. Bueno, si no estuviera tan "guapa", no necesitaría hacer tal esfuerzo superfluo. Me siento envidiosa de las mujeres "normales", pero bueno, eso será el destino que Dios me ha marcado.

En realidad, últimamente, ha aumentado el número de ocasiones en las que los hombres exclaman de admiración por mi belleza "exótica" cuando yo paso por su lado. Además, no son piropos como los de costumbre. Parece algo inevitable. Es decir, ellos exclaman en voz baja, pero con mucho sentimiento: "¡Qué china más guapa!"

Lo que quiero deciros es lo siguiente:

En primer lugar, puede ser que yo sea realmente "guapa". Supongo que los humanos no pueden evitar decir algo por su boca cuando presencian una escena emocionante.

En segundo lugar, ellos creen que soy una "china" guapa. O sea, para ellos, está muy claro que soy china. Pero me da igual. No me importa nada. Lo que me importa es que con mi "hermosura", yo contribuyo mucho a que suba la reputación de la belleza china.

Por mi experiencia sé que hay mucha gente aquí que insulta a las personas chinas. Pero también he aprendido por mi experiencia que, aunque la mujer sea "china", en caso de ser guapa, también hay quienes prefieren halagarla en vez de insultarla.

Bueno, me quedan muchas dudas de por qué vivo tantas experiencias contradictorias, porque a veces me insultan, aunque sea "guapa". Pero bueno, no investiguéis.

Lo que quiero decir es que ahora mi "belleza" contribuye positivamente a aumentar la fama de las mujeres chinas traspasando las fronteras entre China y Japón. Estoy muy orgullosa.

El almuerzo de hoy 30 de mayo de 2011:
Tortillas mejicanas de trigo con salteado de carne de pollo, pimiento verde, pimiento rojo, cebolla y apio.
Ensalada de lechuga, aguacate, maíz y coliflor.
Manzana al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 28 de mayo de 2011:
Arroz en blanco.
Atún a la plancha, ensalada de lechuga, repollo, zanahoria, pasas y rodaja de piña.
Ensaladilla de patatas, jamón cocido y maíz dulce con un toque de perejil.
Salmorejo.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 23 de mayo de 2011:
Arroz frito con zanahoria y pimiento verde.
Ensalada de lechuga, repollo, pepino y huevos cocidos.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 22 de mayo de 2011:
Arroz con carne de pollo TERIYAKI y huevos en dulce con alga NORI.
Salteado de pimiento verde y zanahoria en dulce con un toque de sésamo.
Ensaladilla de macarrones, pepino, jamón cocido y lechuga con un toque de perejil.
Elaborado entre fogones por Macarena.

domingo, 29 de mayo de 2011

Los almuerzos de febrero (1)

Se ve muy claro cuándo tenía ganas de cocinar y cuándo no tenía ningunas ganas de cocinar. ¡Vaya!

El almuerzo de 5 de febrero de 2011:
Arroz con maíz y salsa de tomate.
Sopa de MISO con WAKAME, zanahoria y puerro.
Revuelto de repollo, pimiento verde, cebolla, apios y huevos.
Brécol y judías verdes cocidos.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 6 de febrero de 2011:
Arroz en blanco.
Sopa de MISO con WAKAME, zanahoria y puerro.
Tortilla japonesa, brécol, judías verdes cocidos.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 8 de febrero de 2011:
Sopa de MISO con WAKAME, cebolla y zanahoria.
Arroz con pollo TERIYAKI y huevos cocidos en dulce.
Ensaladilla de lechuga, nabo, pepino y pasas.
Mandarina al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 10 de febrero de 2011:
Espaguetis con judías verdes, calabacín, pimiento rojo, champiñones, pimiento verde, ajo y cebolla con salsa de tomate.
Ensalada de lechuga, pepino y pasas.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 22 de febrero de 2011:
Arroz con curry de carne picada de ternera, cebolla, zanahoria, berenjena, calabacín y garbanzos con huevo duro.
Ensalada de lechuga, zanahoria, pepino y aguacate.
Elaborado entre fogones por Macarena.

viernes, 20 de mayo de 2011

Un pequeño descuido puede traer consecuencias

A mí no se me da bien la imaginación. Pienso profundamente que no estoy dotada para un trabajo creativo. Al contrario, se me da muy bien copiar aquello que he aprendido. Es decir, me gusta aprender de todo, además, se me da muy bien imitar después de aprender. Se puede decir que no puedo hacer lo que no aprendo, salvo el idioma español, que aunque lo llevo aprendiendo durante casi cinco años, todavía no se me da bien.

Pero, se me da muy bien fantasear. Parece que imaginar y fantasear sea lo mismo, pero no. Por ejemplo, no me gustó nada la clase de español en la que teníamos que crear un diálogo de una situación. Hay muchas ocasiones así en la clase de idiomas. Cada vez que tenía que inventar la conversación de una situación concreta, mi compañero o mi compañera de clase sufría un gran inconveniente porque no me surgía ninguna idea para construir un diálogo. Lo sentía muchísimo.

Por el contrario, puedo fantasear muchas cosas sin parar. Sobre todo, cuando fantaseo una vida con mi Rafa, no hay nadie que pueda pararme. Puedo fantasearla durante todo el día, sin cansarme y aburrirme. Además, me siento fantásticamente feliz en ese momento. Encima, no gasto ni un centimo por fantasear. ¡Qué bueno! Más dinero a la hucha para la cerveza.

Por cierto, tengo un problema con mis fantasías. Es que no puedo saber cuándo empiezo a fantasear. De repente, aunque esté en medio de una clase, o bien, aunque esté trabajando, se activa ese mecanismo involuntariamente y fantaseo, sea donde sea y cuando sea.

Hoy, cuando estaba en el camino de vuelta, he fantaseado una situación. Ahora no recuerdo sobre qué he fantaseado, pero sé que estaba fantaseando algo. Mientras estoy fantaseando, frecuentemente sonrío a solas sin querer, para colmo, de vez en cuando digo algo en voz alta. El problema es que, cuando estoy en público, por ejemplo, estoy en la calle, o estoy en el supermercado, seguramente mi comportamiento resulte extraño. Imaginaos que alguien estuviera andando y sonriendo a solas o murmurando algo, seguro que podríais pensar que fuera una persona rara. Por si acaso, yo prefiero no acercarme a tales personas. Pero, a veces, puede que yo me convierta en una persona tal como esas para los ojos de otros. Y hoy creo que me he transformado en una más de las personas extrañas que podeis encontrar por la calle.

Es que me he dado cuenta de que mi cara estaba sonriendo cuando un obrero me ha llamado para decirme "¡guapa!". Como estaba profundamente inmersa en medio de mis fantasías, he reaccionado con sorpresa al escuchar su voz, además, con mi cara sonriendo totalmente. Es decir, le habrá parecido que yo estaría muy contenta con su piropo. ¡Qué fallo!

A los ojos de los otros, yo fui una chica asiática que estaba muy contenta de recibir las palabras de piropo. ¡Por Dios! Ojalá, nadie piense que estos piropos pongan contentas a las asiáticas. Fue sólo por culpa de mis fantasías. Tengo que tener mucho cuidado cuando fantasee en público para evitar este tipo de confusiones.

El almuerzo de hoy 20 de mayo de 2011:
Nidos de espinacas con salsa de tomate, nata, berenjena, pimiento verde, ajo y cebolla.
Ensalada de lechuga, zanahoria, pepino y pasas.
Yogur al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

La cena de 18 de mayo de 2011:
Aperitivo de tomate con queso y picos.
Ensalada de lechuga, rúcula, pepino y aguacate.
Tortilla de atún y puerro.
Yogur con manzana.
Elaborada entre fogones por Macarena.

domingo, 15 de mayo de 2011

Motivo de orgullo masculino

Se acabó una semana súper ocupada y agotadora, además, esta semana me hizo sentirme como si estuviera en Japón. Me pregunté muchas veces que dónde estaba yo. Ha sido la primera vez que tengo esta sensasión desde que vine a vivir a España.

Bueno, aparte de una realidad que no puedo ocultar, y es que no me gusta cocinar, no pude cocinar nada entresemana por la falta de tiempo y energía. Sin embargo, últimamente he descubierto algo muy curioso, aunque no me gusta nada de nada cocinar, cuando paso mucho tiempo sin cocinar, llega a apetecerme cocinar algo para comer bien. Creo que, por fin, mi cabeza está rota por la apretada agenda que llevo. Realmente, como no hay tiendas que vendan BENTOU (exquisita selección de comida para llevar) como en mi país, no me queda otro remedio que prepararme yo misma mi propia comida para alimentarme bien nutritivamente y para mantenerme sana. Para la gente a la que no le gusta cocinar, este país genera bastantes inconvenientes. Echo de menos mi tierra.

Por cierto, hace poco tuve ocasión de acompañar a un español durante el almuerzo. Compartimos juntos la comida casera que su mujer había cocinado y que él traía guardada en sus fiambreras. Ese hombre me preguntó: "La comida está buena. ¿Verdad?" La verdad es que la comida estaba buena. Era comida española. Así que le dije que sí. Él me dijo con una sonrisa de alegría: "La ha cocinado mi mujer. Ella cocina muy bien. ¡Hum!" Sí, él presumió de su pareja, además, parecía que estaba muy contento de tener una esposa que cocinara tan bien. ¡¡¡Qué curioso!!!

Su actitud supuso una verdadera sorpresa para mí, así que otro día le pregunté lo siguiente a otro español que conozco: "¿Los hombres se sienten muy contentos y orgullosos cuando tienen una esposa que cocina muy bien? ¿De qué están más contentos, de tener una madre que cocina bien o una esposa que cocina bien?"

Él me dió su respuesta y me la explicó: "¡Claro que sí! En España es más difícil tener una mujer que cocine bien que encontrar a una mujer guapa. Es normal que las madres cocinen bien, y eso te hace sentir orgulloso, pero todavía es mayor motivo de alegría que cocine bien tu mujer, con la que vives los siete días de la semana. Es decir, si tenemos una esposa que cocina muy bien, nos sentimos muy orgullosos, sobre todo, delante de otros amigos porque es un triunfo más de la vida matrimonial. Así que, seguramente, nos enorgullocemos mucho de nuestra mujer delante de nuestros amigos. Además, en caso de que la esposa sea guapa... ¡Díos mío, es genial!"

Como llevo viviendo toda la vida como mujer, no sabía que los hombres se sintieran tan orgullosos de la esposa que cocina bien, como para que saquen tanto pecho delante de los demás. Pues, si yo tuviera un marido que cocinara muy bien, creo que no me enorgullocería de mi marido delante de mis amigas. Personalmente, pienso que sería muy conveniente porque no necesitaría cocinar a diario, es que no me gusta cocinar. Pero bueno, los asuntos de hombres me resultan bastante misteriosos.

Posiblemente haya gente que se ha dado cuenta. Sí, aunque no me gusta cocinar, a mí se me da bastante bien. No es mi intención, pero mis platos siempre salen bien. Además, ya sé que soy muy "guapa" en España. Así que, cuando llegue a ser la esposa de mi Rafa, no podré evitar que él se sienta muy orgulloso de mí. Es que él tendrá una mujer "guapa" que además cocina fantásticamente bien. ¡¡¡Oh, Díos mío!!! ¡¡¡Qué suerte tiene mi Rafa!!! Yo reuno perfectamente las dos condiciones que hacen que un hombre se sienta orgulloso de su esposa. ¡Ay, Rafa! Será un gran placer. Cariño, no me molestará que tú te enorgullezcas de mí delante de Djokovic.

Menos mal que no necesito que me guste cocinar para ser una esposa ideal. Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.

El almuerzo de hoy 15 de mayo de 2011:
Arroz en blanco.
Ensaladilla de nabo, jamón cocido y lechuga con un toque de perejil.
Merluza a la plancha y verduras al vapor: patatas, zanahoria y coliflor.
Tortilla japonesa con sésamo negro.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 14 de mayo de 2011:
Arroz en blanco.
Ensalada de lechuga, aguacate, rúcula y jamón cocido.
Salmón a la plancha, rodajas de pepino al natural y kiwi.
Elaborado entre fogones por Macarena.