domingo, 18 de abril de 2010

El bienestar del sábado a medianoche

Yo soy ama de casa a jornada completa. Así que no disfruto de los derechos reconocidos a los empleados, no tengo ningún día de descanso, tampoco cobro ni un céntimo como sueldo, aunque todos los días me dedico a hacer las tareas domésticas. Incluso dedico varias horas al día a preparar la comida, aunque no me gusta cocinar.

De todos modos, aunque sea fin de semana, no es mi día de descanso, pero me gusta mucho el sábado a medianoche. La tranquilidad de que mañana sea domingo me hace sentirme muy relajada.

Bueno, aunque hago muchas faenas domésticas como diligente ama de casa que soy, incluso aún en domingo, una ama de casa también necesita relajarse y tiene derecho a hacerlo. En casa, paso el tiempo de la medianoche haciendo lo que quiero, bebiendo mi querida cerveza con las palomitas acompañantes. ¡¡¡Qué momento más lujoso!!!

Generalmente, mi sábado es un día de "guerra", es decir, como el domingo no están abiertos los supermercados, desde la mañana hasta la noche estoy muy ocupada preparándome para encarar el fin de semana y sobrevivir sin ningún problema.

Compruebo desde las existencias de comida hasta el papel higiénico. Si hace falta algo, confecciono la lista de la compra para aprovisionarme el próximo lunes. También me ocupo de hacer la colada, limpiar la casa y hacer mi pan casero para el desayuno. El sábado trabajo sin parar desde que me despierto. ¡Por favor! ¿No infrinjo el estatuto de los trabajadores?

Así que después de tanto trabajo, el sábado me gusta acostarme tarde después de pasar un buen rato relajadamente. Manifiesto el agradecimiento hacia mí misma por mi trabajo eficiente y me recompenso con una cerveza bien fría.

Sin embargo, es evidente que si me acuesto tarde, no puedo levantarme temprano el domingo por la mañana. Ese es un problema muy problemático. Es que un ama de casa tiene su trabajo aún el domingo, además, el día se hace muy corto cuando me levanto muy tarde. Así que las tareas de casa que no puedo hacer por la mañana, tengo que hacerlas todas por la tarde, o sea, al final, el domingo no puedo pasarlo como el día de descanso que Dios manda. ¡Oh, Dios mío, perdóname este pecado!

Así que como ama de casa, el sábado siempre estoy dudando qué elegir, si acostarme tarde para pasar un momento relajada o si acostarme temprano para pasar el día siguiente tranquilamente. ¡Ah, que ingrata es la vida de una hacendosa ama de casa!


El almuerzo de hoy 18 de abril de 2010:
Curry a la japonesa con carne de ternera picada, garbanzos, zanahoria, berenjena, calabacín, cebolla y arroz en blanco.
Ensalada de lechuga, remolacha, cebolla y maíz.
Elaborado entre fogones por Macarena.

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