viernes, 9 de abril de 2010

La medicina buena para la timidez

Recientemete, padezco la diferencia de nivel entre mi español escrito y mi español oral. Como escribo un texto en mi blog todos los días, estoy llegando a expresar lo que quiero decir exactamente, además, siento que mi español ha mejorado. Así que últimamtente me he relacionado con otras personas con más confianza en mí misma. Sin embargo, me defrauda mi confianza en cuanto empiezo la conversación.

En primer lugar, no puedo construir una frase con fluidez. En segundo lugar, la conjugación de los verbos es inadecuada. En tercer lugar, siempre tengo dudas sobre las preposiciones. En cuarto lugar, mi cabeza está llena de vaguedad. Por consiguiente, me vuelvo callada.

Pero, ya estoy harta, muy harta conmigo misma. Ya llevo casi cuatro años viviendo en España, pero no puedo hablar español bien, ni siquiera sé ninguna receta de comida española. ¡Por Dios!

He considerado mucho, mucho y muuuuucho qué me falta para mejorar mi español oral. Está claro que tengo que hablar más y más. Pero siento que hay algo más. Algo muy fundamental. Así que he mirado atrás reflexionando sobre mí misma. En fin, me he dado cuenta de algo muy mortal. La verdad es que no sólo no me gusta cocinar, sino que no se me da bien hablar con otra gente. ¡Aunque sea en japonés! ¡Dios mío!

Sé que tengo problemas con mi español, sí, lo sé. Pero mira, si no se me da bien hablar con la gente incluso en japonés, ¿cómo puedo hablar bien con otra persona en español? Será imposible, porque no es que sea un problema del idioma, sino que es un problema de mi personalidad.

Yo nunca he pensado que sea tímida, pero creo que generalmente se dice que soy tímida. O bien, introvertida. Pero según yo misma, más bien, puedo decir que soy arrogante en casa, aunque tímida en público. Es decir, soy bastante habladora con la gente con la que ya he intimado. Sin embargo, necesito mucho tiempo hasta ganar confianza con ajenos. Así que creo que no solucionaré mi sufrimiento sin que haya un cambio en mí misma.

¿Habrá alguna medicina buena para la timidez? Sí, yo conozco la única medicina eficaz para tal finalidad. Esa es la cerveza. La cerveza con alcohol. Ella me convierte en una chica charlatana. Aunque está prohibido conducir el coche después de tomarse una cerveza, afortunadamente, no está prohibido tener una cita con la gente después de tomarse una cerveza. Así que tengo que aprovecharlo.

Según mi amiga, no está bien visto tomar cerveza antes de las doce de la tarde, pero después del medio día, ya no es necesario preocuparse nada por la mirada de los demás. O sea, en este país donde yo estoy, tengo la oportunidad de ser charlatana desde las doce de la tarde. ¡Gracias a Dios! ¡Qué país más amable conmigo es España!



El almuerzo de hoy 9 de abril de 2010:
Pasta espiral con salsa pesto.
Sopa con beicón, apio, champiñones, ajo y cebolla.
Tortilla de espárragos trigueros, maíz y puerro.
Elaborado entre fogones por Macarena.

3 comentarios:

  1. Sé tú misma y no te frustres con el español.
    SALUDOS

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que mezclando coca-cola con tinto lo solucionas fácil y no hace falta receta médica. Por cierto, para ser un blog "Entre pucheros" veo mucha ensalada y poco cocido. Un saludo de chef a chef.

    ResponderEliminar
  3. Hola, Menel. Gracias por animarme. No voy a abandonar mi español mientras tenga ganas de esforzarme. Saludos.

    Hola, Chef Biruvito. No he probado nunca una coca-cola con tinto. Pero si soluciona todos los problemas, ¡estaré encantada de probarlo! La verdad es que no soy tan buena cocinera como tú, es que no me gusta cocinar... Voy a practicar más cocidos aprendiendo de tus recetas. Saludos.

    ResponderEliminar