miércoles, 26 de mayo de 2010

Prever es difícil

Nuestro estilo de comer es diferente al occidental. Lo habitual es poner en la mesa todas las comidas a la vez y tomar de cada plato poco a poco. Es decir, no existe un orden de platos como el primer plato y el segundo plato. Además, se preparan varios platos comunes para compartir entre la familia, o sea, cada persona pica de la comida de cada plato común, aunque hace siglos tradicionalmente no era así. Me parece que en España hay mucha comida que se reparte individualmente.

Como soy japonesa, estoy acostumbrada al estilo japonés moderno. Así que, a veces, sobre todo, cuando como en la casa de alguien, tengo que pensar en lo que nunca pensaba en Japón.

En primer lugar, aunque no me gusta cocinar, no me gusta nada dejar comida en el plato. He recibido una educación que hacía hincapié en comerlo todo. En España, desde el principio ya tengo mi plato individual con la comida servida. O sea, no puedo regular la cantidad de comida que me apetece. Tampoco rechazo la comida porque no me guste ya que a mí me gusta comer de todo, sin embargo, tengo el límite de mi estómago.

En segundo lugar, a veces, la comida empieza por los aperitivos, como el jamón, las gambas o el queso. Entonces, los como olvidando que después hay otros platos. Así que antes de llegar el primer plato, ya estoy bastante llena. Encima, cuando viene el segundo plato, ya es imposible meter más en mi estómago. Así que tengo que abandonar el segundo plato que es el principal.

Gracias a la experiencia he aprendido esas dos cosas ya hace bastante tiempo. Así que, últimamente, cuando alguien me invita a su casa, empiezo a comer el aperitivo intentando averiguar qué más comida hay. Cuando llego al primer plato, aunque quiera comerlo disfrutando con mucha cerveza bien fría, mi cabeza me avisa: "¡Alerta! ¡Macarena, deja el espacio para el segundo plato!" Así que, a veces, tengo muchas ganas de pedir más de esa comida, pero por si acaso, como sólo lo que me ofrecen al principio.

Sin embargo, aunque coma la comida atisbando y atisbando para descubrir qué será lo siguiente que me ofrecen, a veces, no me ofrecen el segundo plato. Que pase eso es una verdadera tragedia. Es que al final, en mi estómago todavía queda bastante espacio para la comida que no llega, y no me siento del todo satisfecha con la comida. A pesar de ello, no puedo decirle a la cocinera que me dé algo más porque me he quedado con hambre. Eso sería muy desconsiderado por mi parte y es demasiado caradura. Entonces me vuelvo a casa con el estómago insatisfecho.

Así que, no sé qué remedio hay. Me pregunto si pasaría algo si, en cuanto llegase a la casa, le preguntara a la cocinera el menú para controlar mi estómago. Todavía no domino el estilo español de la comida. Es que normalmente, sacrifico el postre, o sea, no puedo comerlo. Aunque no se me dan bien los pasteles españoles, algunos postres, como el helado y el flan, me encantan. Sin embargo, cuando llega la hora del postre, mi estómago ya no puede aceptar nada más. ¿Hay remedio para que pueda llegar hasta el postre sin problema? Me gustaría saberlo.



El almuerzo de hoy 26 de mayo de 2010:
RAMEN con sabor a salsa de soja, huevo duro, judías verdes y brotes de soja fresca.
Gazpacho tradicional con jamón serrano y huevo duro picados.
Longanizas de pueblo con salsa barbacoa de Extremadura y pepino natural.
La salsa barbacoa "Agüela Dolores".
Elaborado entre fogones por Macarena.

4 comentarios:

  1. No está mal visto repetir plato si te quedas con hambre, y la mayoria de madres o cocineras suelen ponerse contentas si les dices "¿puedo repetir?", además los que tienen invitados en casa ya preveen que el invitado es posible que se quede con hambre y muchas veces aunque no se pida más te dirán "¿ quieres esto, quieres lo otro?" "¿te has quedado con hambre?" "¿Quieres tal bebida o cafe o algo?" así que aunque de vergüenza, si tienes hambre pide más! .

    El truco que uso yo para esquivar el aperitivo inicial es comer del aperitivo solo si me observan mucho rato o tener mucho rato en la mano algo que voy a comer y ir hablando.

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  2. Hola, CosaRara. Gracias por tu consejo. Ahora caigo. Voy a usar la frase “¿Puedo repetir?” para no quedarme con hambre cuando alguién me invite. Normalmente, los aperitivos están muy buenos, así que es fácil comer demasiado. Es un gran problema. Saludos.

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  3. la salsa Agueladolores no es de extremadura, se fabrica en Olivares provincia de sevilla.
    Invito a que la probeis, es la mejor que existe sin dudas.

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  4. Hola, Anónimo. Encantada de leerte en mi blog. Gracias por darme una información extra. El tarro me lo han traído de un pueblo de Extremadura que se llama Monesterio. En la etiqueta no aparecía que fuera elaborado en Olivares, así que pensé que era de Extremadura. La salsa me gustó y recomiendo usarla para un filete de carne. Saludos.

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