lunes, 17 de mayo de 2010

Voy cambiando

Uno de las dificultades para acostumbrarme a España es cómo reacciono ante lo que dicen algunos españoles cuando empiezan a enorgullecerse de su país sacando pecho.

Según las experiencias vividas hasta el día de hoy, mi impresión personal es que aquí se insiste en la argumentación buscando que yo afirme que estoy de acuerdo.

Hace poco también me pasó lo mismo con un español que conocí a través de unos amigos comunes. Como nos veíamos por primera vez, empezamos por saludarnos y luego conversamos sobre algo general.

Me preguntó lo típico, que cuánto tiempo llevaba aquí y que de qué parte de Japón soy. Normalmente, a los españoles les explico que nací cerca de Tokio, pero que no soy exactamente de allí, aunque en Tokio viví más de una década. Es que esa es la mejor manera para que los españoles se hagan una idea más clara.

Casi el cien por cien me ha dicho así lo siguiente: "Hay muchísima gente en Tokio. ¿No?" Entonces yo les he dicho que sí. Así es. Totalmente cierto. Pero es muy interesante porque, cuando lo dicen, casi todos insinúan el aspecto negativo, o sea, parece que ellos sacan la conclusión de que si en una ciudad hay mucha gente es muy negativo. Y ese recién conocido también me lo quiso dar a entender así.

Tokio me gusta mucho. Aunque ahora vivo en España y también tiene sus encantos, la verdad es que Tokio me gusta más que ninguna otra ciudad de las que conozco. Hay muchas razones por las que me gusta Tokio, pero una de ellas es porque hay muchísima gente. No me molesta nada que haya mucha gente, más bien, me gusta por eso, porque la ciudad está llena de vida. Así que yo siempre afirmo que hay muchísima gente en Tokio y que es una de las razones por las que me gusta tanto. Parece que mi respuesta nunca ha sido lo que muchos esperaban escuchar.

Entonces mi nuevo conocido empezó a explicarme lo magnífica que era la ciudad donde vivo ahora, sobre todo, haciendo especial hincapié en que no hay tanta gente como en Tokio. Así que según él, la vida es más tranquila y serena, por eso vivir en este tipo de ciudad es mucho mejor que vivir donde hay tanta bulla.

Yo le comprendo, y por respeto asentí con la cabeza, sin embargo, tengo una opinión diferente, así que empecé a explicarle mi opinión. Me atrae mucho una ciudad grande, más bien, gigante. Cuánto más gigante sea, tanto mejor. Me gusta la bulla, me gustan los rascacielos, una buena red de transporte público eficiente y diversificado y, además, que pueda elegir entre una amplia oferta de esparcimiento. La verdad es que la ciudad donde vivo es muy pequeña para mí y me aburre bastante si la comparo con Tokio. Aunque, por supuesto que goza de otros atractivos que no hay en Tokio, por eso estoy aquí.

Esa es mi opinión, pero parecía que él no compartía mi visión, o no coincidía conmigo en lo que es importante porque, a continuación, empezó a enorgullecerse de su ciudad, y con todos los argumentos del mundo intentó convencerme de que una ciudad pequeña era mejor que una grande. Era muy fácil ponerme de acuerdo con su opinión. Y quizás, hubiera sido mejor confirmar su opinión con un gesto de cortesía. Sin embargo, llevo casi cuatro años viviendo aquí y he aprendido que en este país, tengo que decir mi opinión claramente y aunque sea distinta. ¡Qué fuerte he llegado a ser yo!

Así que empezábamos una pequeña batalla dialéctica.

Él: "Esta ciudad es mucho mejor que Tokio. ¿Verdad?"
Yo: "Bueno, a mí me gustan más las ciudades muy grandes, así que esta ciudad me resulta demasiado pequeña para mí."
Él: "Pero aquí hay menos gente, así que estarás más cómoda. ¿Verdad?"
Yo: "La verdad es que no, más bien, me siento un poco triste. Echo de menos la bulla de Tokio."
Él: "Pero aquí hay mucha calma y tranquilidad. Para vivir, es mejor. ¿Verdad?"
Yo: "Para mí, es una ciudad un poco aburrida."
Él: "Pero, aquí..."

España me va convirtiendo en una contestona profesional.


El almuerzo de hoy 17 de mayo de 2010:
Arroz en blanco con UMEBOSHI.
Patatas cocidas con carne de cerdo, zanahorias, judías verdes y cebolla.
Revuelto de apio, atún, ajo, huevos, tomate al natural y sésamo.
Elaborado entre fogones por Macarena.

9 comentarios:

  1. En muchos lugares hay algunas personas que quieren convencerte de compartir su opinion, como dices, tienes que ser fuerte y defender lo que piensas.

    Yo si no estoy de acuerdo....lo digo aunque en ocasiones cause malestar a otros.

    saludos,

    Coca

    ResponderEliminar
  2. A mí también me gustan las ciudades gigantes con mucha bulla pero vivo en una ciudad mediana.:(

    ResponderEliminar
  3. Jajajajaja !!! Nada, que el señor, si o si, que quería que le dieras la razón.
    Yo era bicho de ciudad (hace cuatro años vivía en Barcelona), para pasar a ser bicho de pueblo, para luego irme a vivir a Japón (cerca de Tokyo). Una cosa que descubrí a cada paso es que soy muy adaptable ;-)
    Un abrazo !!

    ResponderEliminar
  4. Eres una replicona, jejeje. Yo hay gente con la que intercambio opiniones y le doy mi punto de vista y otras con las que no, les digo que sí a todo y punto. En general depende del respeto que la otra persona me merezca: si considero a esa persona inteligente, interesante y capaz de entender el punto de vista de los demás, pues me merece la pena explicarle mi punto de vista. Si es de esas personas cerradas que sólo escuchan lo que ellos dicen, pues la despacho con un "sí, sí" y ya está. Paso de cansarme. ¿Seré muy vago?

    ResponderEliminar
  5. Ayyy ... Macarena, no te imaginas cómo me reí con esta entrada. Siempre quise escribir sobre este tema, pero como te dijo David en una de tus entradas, en mi blog no lo puedo hacer (aunque tal vez me anime y lo haga ...). Pensamos igual Macarena, y lo curioso es que un amigo español me dio la razón cuando se lo dije explicándome el por qué, pero también me dijo que no diga que me lo dijo jajajajaja
    Yo hago lo mismo que David, porque es muy "mendokusai" tener que estar explicando cosas a personas que solo escuchan lo que ellos dicen (como dice David).
    Un cordial saludo, Macarena.

    PD: a mí también me gusta Tokyo :)

    ResponderEliminar
  6. Curioso ese empeño en convencerte...

    A mí me gusta mucho Tokyo también, y, como Nuria, ahora vivo en un pueblecito pequeeeño. Así que, sí, somos muy adaptables.

    ¡Saludos!

    PD: Biru es muy optimista con eso de que vive en una ciudad "mediana". XD

    ResponderEliminar
  7. Hola, Coca. Sobre todo, los japoneses son un tipo de gente a quienes no se les da bien dar claramente su propia opinión en publico. Yo soy así, sin excepción. Así que me sorprende que yo misma vaya convirtiéndome en una contestona. Me da miedo no saber hasta qué nivel llegaré. Saludos.

    Hola, Biruvito. Me alegro de que podamos compartir el mismo gusto por una ciudad gigante. ¿Es agradable vivir en tu ciudad mediana? Saludos.

    Hola, Nuria. Según mi experiencia, hay una única ciudad con la que estaba totalmente satisfecha para vivir. En las demás, siempre me sentía descontenta por algo. Ese es mi problema. Saludos.

    Hola, David. Sí, soy una replicona, y llegaré a ser como una replicona invencible. Je, je, je. Antes, aunque quisiera dar mi opinión, no tenía remedio, es que no podía hablar español para debatir. Pero ahora puedo hacerlo un poco, así que estoy disfrutando de la conversación como una niña que acaba de aprender a hablar. Saludos.

    Hola, Nora. Me alegra que mi texto te hiciera reir mucho. Lo siento mucho por tu blog, me gustaría que tú pudieras escribir lo que quieras y cómo quieras, es que es “tu blog”. Pero en realidad, hay mucha gente y además no piensan lo mismo que nosotras, así que cuando elijo la expresión que uso, me cuesta mucho trabajo decidirme. Por un lado, tengo ganas de escribir lo que quiero expresar, pero por otro lado, tengo miedo de que me malentiendan. Además, mi español es todavía limitado y está desarollándose, o sea, no es perfecto. Pero, bueno, me gustaría presentar en este blog que hay una japonesa que piensa o siente así. Yo entiendo que te sientas “mendokusai”. Pero ahora mismo, estoy disfrutando de luchar contra ese tipo de gente. Je, je, je. Saludos.

    Hala, Aran. Me alegra mucho que haya mucha gente a la que le gusta Tokio. Te envidio cuando dices que eres adaptable. Yo misma no soy tan adaptable como sois tú y Nuria. Me costó mucho tiempo dejar de comparar otra ciudad con Tokio. Amaba Tokio, muchísimo. Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Sigue disfrutando, Macarena. Con el tiempo, te encontrarás con gente (en la vida real)que te dirá muchas más cosas, pero sigue "disfrutando" de la conversación a tu manera :P
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  9. Hola, Nora. Acabo de participar en una discusión como una contestona. Me he pasado, creo. Tengo que tener cuidado de disfrutrarlo demasiado... Saludos.

    ResponderEliminar