lunes, 30 de agosto de 2010

Una japonesa chocó contra la cultura japonesa en Japón (9)

Antes era totalmente normal para mí, pero esta vez cuando volví a Japón, había algo que me ruborizaba. Me refiero a la cortesía de los dependientes de las tiendas cuando atienden a los clientes. Es que nos trataban tan bien que incluso sentía un poco de vergüenza.

Cada vez que entraba en un supermercado, una dependienta del punto de información me decía "Irasshaimase" inclinando su cuerpo cuidadosamente para darme la bienvenida y yo, en señal de respeto, también le devolvía la reverencia. Cuando pagué mi cuenta, el dependiente de caja me decía "Irasshaimase" inclinando su cuerpo cuidadosamente y, después de pagar mi cuenta, me decía "Arigatougozaimashita. Mata okoshi kudasaimase" inclinando su cuerpo otra vez. Mi respuesta natural era volver a inclinar mi cuerpo contagiado por el gesto de respeto.

Esta situación no sólo me ocurría en el supermercado, sino que también se repetía en el comedor, la farmacia, la tienda de ropa y, bueno, en todos los sitios que yo visité.

Cuando vivo en España, echo de menos esa cortesía de los dependientes japoneses. No sirve para nada compararla con las maneras de España, pero la echaba de menos. Al empezar a vivir aquí, cada vez que iba de compras, me chocaba mucho la actitud brusca de los vendedores.

Pero el tiempo lo soluciona todo. Ahora pocas veces me choca y no tan fuerte como antes, así que puedo vivir en paz con tan sólo recordar las palabras mágicas: "Aquí es España".

Sin embargo, durante la estancia de esta vez en Japón, sentía vergüenza por la actitud súper considerada de la gente que atiende al público en mi país. Es que ya estaba acostumbrada a envalentonarme cuando iba de compras en España para no perder contra nadie que se portara rudamente conmigo. Bueno, la compra no es una lucha, pero la compra en España me hace sentir así. En Japón, no necesitaba envalentonarme en el supermercado, ni en cualquier sitio. Para mí era un paraíso.

Pero desde el punto de vista de los extranjeros que no conocen bien Japón, ni a los japoneses, probablemente haya una posibilidad de que alguien lo interprete como hipocresía. Es que la cortesía de los dependientes de Japón es demasiado perfecta.




El almuerzo de hoy 30 de agosto de 2010:
Gazpacho casero.
Arroz con curry, carne picada de ternera, cebolla, zanahoria, calabacín, berenjena y garbanzos.
Uvas blancas al natural.
Gelatina de limón.
Bizcocho casero de plátano para la merienda.
Elaborado entre fogones por Macarena.

5 comentarios:

  1. La amabilidad de los dependientes japonesas es legendaria en todo el mundo, y difícilmente la vas a encontrar en otro sitio. Aquí, por supuesto, también se puede encontrar ALGÚN dependiente sonriente y simpático, pero todo es menos protocolario.

    Ese tipo de amabilidad protocolaria se puede encontrar en sitios de lujo, pero me da que nosotros, Macarena, nos tenemos que conformar con ir al Mercadona, el Supersol o, lo que es peor, el Dia.

    Ahora, yo creo que a mí tanta amabilidad me resultaría incómoda, me parecería algo exagerada, supongo que por la falta de costumbre.

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  2. Hipocresía? Yo creo que es así como todos los dependientes deberían tratar a los clientes, independientemente del país en el que estés.
    Qué envidia que dan los japoneses por no tener enfrentamientos con los dependientes!!

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  3. Hola, buenas tardes!!

    Yo nunca sentiría vergüenza de la amabilidad. La sociedad española antes era mucho más amable, había mucha más consideración hacia las otras personas. Pero progresamos y nos hemos convertido en luchadores. Envidio la sociedad japonesa, tan preocupada de no alterar al vecino. Tal vez sea un poco duro sin acostumbrarse, pero más duro es vivir en una selva. España es una lucha constante, la compra, hacer trámites, el conducir, etc......... eso a mí sí me da mucha vergüenza.
    Pero son gustos que encajan según la personalidad de cada uno. ¿Seré raro?.

    Gracias por leerme.
    Buenas y frescas tardes!!

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  4. La amabilidad y cortesía nunca esta de mas en ningún lado. En Japón me agrada ir a las tiendas y que siempre me den la bienvenida. En México en algunas tiendas son hasta groseros, pero también hay gente amable, cada vez menos pero aun hay.

    Cada lugar es diferente.

    saludos,

    Coca

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  5. Hola, David. Entiendo que quizás te sientas un poco incómodo ante esa amabilidad de los dependientes. Creo que la educación para los empleados es muy severa. Parece que hay gran diferencia entre la forma de pensar de los clientes en Japón y en España, aunque no estoy segura. Saludos.

    Hola, Nuba16. Me pusé a reír, es que parece que tú también te sientes una luchadora cuando vas de compras. ¿No? De todos modos, me gustaría hacer compras agradables y confortables sin miedo y sin enfrentamientos. Saludos.

    Hola, Miguel Ángel. Los dependientes me trataban como si fuera VIP. En Japón sentía: “No exagere, es que sólo soy una cliente.” Pero en España siento: “Por favor, que yo soy una cliente.” El ambiente me influye mucho. En realidad, si los dependientes son amables, yo también me siento más amable. Y al revés también pasa. Saludos.

    Hola, Coca. Como yo vivía en Japón y estaba acostumbrada a la actitud de atender al cliente en mi país, hubo muchas ocasiones que me chocaron fuera de mi país. Como tú dices, cada lugar es diferente. A mí me importa mucho el grado de amabilidad de la persona que me atiende porque así puedo sentirme más cómoda. Saludos.

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