domingo, 19 de diciembre de 2010

La tortura anual

El otro día, hablaba en el autobús con una compañera de clase durante el camino de vuelta a casa. Conversamos sobre asuntos generales, como que ahora estamos en la época navideña, hablamos sobre la manera tradicional de pasar estas fechas en España.

Ella subrayó cuánto placer las reuniones familiares seguidas hasta el día de los Reyes. Según ella, cada año se reúne "toda la familia" en casa de algún familiar y comen juntos. Según ella, eso es el placer máximo.

Le pregunté si no se cansaría nunca de esa reunión anual, repetida año tras año y con los mismos miembros. Según ella, la reunión familiar es súper divertida. Supongo que los miembros de su familia serán súper fiesteros.

Lo que pasa es que, cuando llegan estas fechas, en el tablón que visito siempre empiezan a quejarse de dicha reunión familiar que tienen las japonesas con su familia de España. Para ellas, la reunión familiar es una tortura, necesitan mucha paciencia, sienten mucho estrés, si fuera posible, les encantaría faltar. Como yo no lo he experimentado, no puedo opinar sobre algo que no sé. Pero me sorprende mucho la diferencia de opinión entre una compañera española y las japonesas que viven por esta tierra.

Las razones principales por las que no les gusta esta reunión a las japonesas son que la suegra insiste mucho en que coma más y más, que la comida es igual de pesada cada año y que no varía, que la conversación familiar es aburrida, etcétera. De todos modos, esa reunión es uno de los actos oficiales, así que parece que asisten a esa reunión con mucha paciencia.

Creo que la razón principal es que las japonesas tienen que asistir a una reunión con su familia política. Es que no tienen su propia familia en este país. En mayor o menor grado, creo que no existe una relación perfecta entre suegras y nueras. Además, hay gran diferencia cultural entre las españolas y las japonesas.

Bueno, dentro de poco, va a llegar ese día de tortura para la mayoría de las japonesas que viven en España, corrijo, sólo las que tienen familia política. Si fuérais amables, me gustaría que me enseñárais el encanto que tiene esa reunión familiar para que las japonesas no sufrieran más.

El almuerzo de hoy 19 de diciembre de 2010:
Arroz en blanco.
Verduras al vapor: patatas, judías verdes y champiñones con queso gratinado.
Carne de cerdo a la plancha con salsa de jengibre, ensalada de lechuga, zanahoria, pasas y tomate.
Plátano al natural con un toque de canela.
Elaborado entre fogones por Macarena.

6 comentarios:

  1. ¡Hola Macarena!

    Sólo puedo responder a tu pregunta a título personal. Lo que me gusta de la Navidad es que me reuno con mis familiares a los que no suelo ver muy a menudo. Es cierto que todos los años comemos prácticamente lo mismo, que las conversaciones son triviales o que siempre acabamos jugando interminables partidas de tute y todo el mundo acaba un poco "harto" de la familia, pero para mi la Navidad solo tiene sentido si pasan esas cosas. Es cierto que no tengo familia política y por lo tanto no puedo opinar sobre si es "tortura" o no, pero espero que si algun día la tengo la considere familia a secas, sin la coletilla de "política".

    Y si la suegra insiste una y otra vez para que coma más y más, es la manera de las madres y abuelas españolas de agasajar y de mostrar que se preocupan por ti y que quieren que te sientas a gusto. Qué le vamos a hacer, es parte de nuestra cultura.

    ¡Un abrazo!

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  2. Hola,
    Hay muchas familias que, aunque se reúnen en estas fechas porque se supone que así debe ser, no lo disfrutan. Y en cambio hay otras muchas que disfrutan un montón de estas reuniones. Así que no es algo general.
    Lo mismo ocurre con la familia política, con la que es más común encontrarse menos a gusto que con la propia.
    Seguramente sea más bien ése el problema.
    Y lo de las madres y abuelas diciendo "come más" es algo mundial, creo.
    Conozco a una chica japonesa que cuando va a casa de su suegra, también japonesa, lo vive como una tortura, y además tiene que enfrentarse a "come más" continuos e ineludibles. Así que por lo visto no solo pasa aquí.
    Saludos

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  3. Creo que el modo de pasar estas fiestas, depende del carácter de cada uno y de la familia, sea ésta política o no, que uno tenga. No hay fórmulas para esto, o te gusta y lo disfrutas un montón o lo detestas.

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  4. Jeje, creo que para muchos es una pequeña tortura las cenas de Navidad (nochebuena) y Fin de Año (nochevieja). Si pudiéramos quedar con quien realmente nos apetece, seguro que todos lo pasaríamos genial, pero como suele ser un compromiso familiar, pues hay gente a la que tienes más ganas de ver y otra a la que menos. Es un poco como las bodas ¿no? En algunas disfrutas y en otras vas porque no te queda más remedio.

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  5. Hola buenas noches!!

    Las fechas Navideñas y sus reuniones familiares. Creo que son fechas especiales. Te reúnes con la familia, disfrutas de los nuevos miembros (familiares), echas mucho de menos a los que faltan. Las Navidades son como un espejo que muestra la realidad de la relación familiar. Unas felices, disfrutarán mucho de ella. Otras distantes, tienen la oportunidad de tomar una aptitud negativa, o una aptitud positiva y modificar esa situación por parte de tod@s. Al final la familia somos tod@s. Lo de "come más", "cuando te casas", etc... es para tomárselo con una sonrisa y mucha paciencia. Cuando estás lejos de ella, se echa mucho de menos.
    En las bodas, es donde he visto las mayores "disputas" familiares.

    Esta es mi opinión personal, que posiblemente no sea muy acertada.


    Gracias por leerme.
    Buenas noches!!

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  6. Hola, The Loser. ¿Has pasado bien la reunión familiar navideña? En realidad, el tema de la reunión familiar es igualmente delicado, aunque sea entre japoneses. Pero lo que me parece interesante es que las japonesas que se quejan en el tablón alegan las mismas razones por las que no les gusta la reunión navideña. Así que, aunque haya razones personales, siento que hay alguna diferencia cultural. Saludos.

    Hola, Aran. Creo que la razón principal por la que se sienten incómodas es por nuestra costumbre cultural. Generalmente, no se nos da bien rehusar un ofrecimiento. Los japoneses no pueden decir “NO”, por supuesto que depende de cada persona. Además, con los españoles no funciona el consentimiento tácito que generalmente funciona entre los japoneses, imagino que por la diferencia cultural. Yo también tengo que acostumbrarme a decir mi opinión claramente en España. Saludos.

    Hola, Sol. Estoy de acuerdo contigo. Al final, todo depende de cómo es la persona y si prefiere seguir quejándose o disfrutar de la reunión cambiando su estado de humor. Últimamente, he llegado a poder cambiar mi ánimo cuando me pasa algo negativo, aunque me cueste mucho trabajo. Saludos.

    Hola, David. Cuando uno se siente obligado, no será nada divertido. Así que supongo que también habrá algunos españoles a los que no les apetezca ir a la reunión familiar. Y creo que también hay una causa por la que las reuniones se concentran en estas semanas. Probablemente, sea una tortura para el estómago. Saludos.

    Hola, Miguel Ángel. Tal como tú dices, creo que hay relación con el humor de ese momento. En mi caso, cuando no puedo disfrutar nada es porque estoy bastante pesimista. Sin embargo, cuando lo disfruto todo, seguro que es porque en ese momento estoy muy positiva. Todo depende de la manera de ver las cosas. ¿Y cómo contestarás cuando yo te insista? “Miguel Ángel, come más de lo que yo cocino.” Jejeje. Saludos.

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