lunes, 13 de diciembre de 2010

Un rato agradable

Tardo mucho tiempo desde que me despierto hasta que me salgo de la cama. Por lo menos necesito media hora. Cuando no tengo prisa, creo que me quedo en la cama durante unas horas.

Ese no es un fenómeno que ocurra sólo durante el invierno por el frío. Durante todo el año me quedo en la cama durante un rato más después de estar consciente de haber despertado, no discrimino cada estación.

Como estoy disfrutando mucho de ese momento, siento que el tiempo pasa más rápido de lo que es normal. Siento que pasan unas horas en un instante. Es muy lamentable.

Así que, en general, pongo el despertador por lo menos media hora antes de la hora a la que tenga que levantarme realmente. Esa media hora es inprescindible para mí.

No tengo ningún trabajo cotidiano decidido para esa hora. Sólo paso un rato para meditar sobre cualquier cosa. Como lo que pienso todos los días es diferente, por supuesto que no recuerdo nada. Pero no puedo empezar el día sin pasar ese momento en la cama.

Cuando a veces tengo mucho sueño, aunque me despierte el despertador, me vuelvo a dormir hasta la hora en que tenga que levantarme. Bueno, la verdad es que eso ocurre frecuentemente. Pero no dejo de poner el despertador con antelación.

Lo ideal es despertarme exponiéndome a los rayos del sol, pero ahora en España, aunque sean las ocho de la mañana, todavía se ve que está bastante oscuro fuera de la ventana.

Antes anhelaba una mañana muy activa, pero ahora una mañana tranquila me gusta mucho. ¿Cómo pasáis el tiempo desde que os despertáis hasta que os levantáis?

El almuerzo de hoy 13 de diciembre de 2010:
Aperitivos de tomate y huevos con mayonesa.
Verduras al vapor: patatas, zanahoria, calabacín y nido de espinácas con salsa de nata y roquefort.
Mandarina al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

3 comentarios:

  1. Hola buenas tardes!!

    He de reconocer que te admiro. Yo sería incapaz de hacer eso. Cuando suena el despertador, si me quedo un minuto más en la cama, ya no me levanto, y en invierno peooooooooooor, con el frió que hace fuera. Resumiendo, el tiempo que transcurre entre despertarse y levantarse, tiene que ser casi inexistente, porque si no es eterno, jajajajaja. Eso sí, no tengo problema para levantarme. ¿Qué meditará Macarena en esos ratos celestiales....?. Observo que te empiezan a gustar mucho las mandarinas.

    Gracias por leerme.
    Buenas tardes!!

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  2. ¡Hola Macarena!

    Conozco a gente que también pone el despertador media hora antes de levantarse. Esos momentos en que no sabes bien si estás dormido o despierto son como estar en la gloria pero tienen un gran riesgo. Yo esta mañana me he despertado, he mirado el reloj y me he dicho "cinco minutos más". He cerrado los ojos y al volver a abrirlos ¡habían pasado 40 minutos! Menos mal que esta mañana no tenía ninguna obligación por que si no... Por eso cuando tengo que levantarme para hacer algo, nada más oír el despertador salgo de la cama, no vaya a ser que vuelva a los dominios de Morfeo y llegue tarde.

    ¡Un abrazo!

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  3. Hola, Miguel Ángel. He tenido muchas experiencias en que sólo media hora resultaba siendo un par de horas. Jejeje. Pero tampoco puedo levantarme en cuanto me despierto. Me mareo y me vuelvo a la cama. Lo que hago es meditar sobre cualquier asunto, a veces, el orden de las tareas de la casa o incluso vivo una fantasía con mi Rafa... Jajajajajajaja. Es una hora que dedico a calentar el motor para empezar bien el día. Saludos.

    Hola, The Loser. Precisamente, “estoy en la gloria” en ese momento. Pero sé que también corro el riesgo de quedarme dormida. Así que, por si acaso, uso dos despertadores o más para no arriesgarme a despertarme demasiado tarde. Jejeje. Saludos.

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