viernes, 4 de marzo de 2011

Me gusta la sinceridad

Como este año llueve menos que el año pasado, estoy sufriendo los síntomas de mi alergia al polen desde mediados de enero. Tal como me pasa todos los años, he consumido mucha cantidad de pañuelos faciales y parece que aún tengo que aguantar más molestias. Sin embargo, comparando esto con mis síntomas en Japón, siento que es mucho más soportable. Así que no me molesta tanto salir de casa.

Hace poco vi a un conocido mío que es de Sevilla, o sea, él es sevillano. Sevilla fue la primera ciudad de España que yo visité. Ya ha pasado mucho tiempo desde entonces porque fue un viaje que hice mucho antes de que yo empezara a vivir en España. En aquella época, aprendía el baile flamenco y estaba totalmente enganchada a esa faceta de la cultura española. El flamenco era el centro de mi vida. Aunque España como país no me había interesado nada, después de conocer el flamenco, tenía muchas ganas de visitarla y soñaba con recibir clases allí. Entonces me tomé una semana de vacaciones y visité Sevilla con dos compañeras de la clase de flamenco.

¿Por qué elegimos Sevilla? Porque coincidía con que se celebraba un evento importante, era la época de la bienal de flamenco. El objetivo común de nuestro viaje era aprender y ver el auténtico flamenco de los españoles. Además, habíamos pensado comprar unos vestidos, unos zapatos y unos complementos de flamenco, y encima, mucha gente nos recomendaba visitar Sevilla, así que decidimos seguir el consejo. En realidad, a mí me daba igual dónde ir, es que no tenía ni idea de España. Fuera donde fuera, era suficiente sólo con poder experimentar una clase de flamenco en España. Lo único que me interesaba era el flamenco.

Mirando atrás, creo que ese viaje fue bastante peculiar. Es que no hicimos ningún turismo. Por la mañana recibíamos dos clases, después de almorzar salíamos para ir de compras, mientras que por las tardes y las noches íbamos a los teatros para ver espectáculos. Además, solíamos frecuentar algunos tablaos de flamenco. Es decir, no hicimos ninguna cosa turística que normalmente se pudiera hacer durante una visita. Aunque fuera el primer viaje por España, no había comprado ni una guía ni nada. Ahora pienso que era algo increíble. En aquella época, no podía imaginarme que hubiera muchas cosas que ver en Sevilla.

Hablé con mi conocido sevillano sobre tales recuerdos y le dije que no conocía nada de Sevilla excepto algo de flamenco. Entonces, él empezó a hablarme sobre su ciudad. Destacaba que Sevilla era casi perfecta porque sólo le faltaba el mar, que tenía un patrimonio histórico maravilloso, que ofrecía una excelente gastronomía, que era muy especial y diferente porque estaba llena de costumbres y tradiciones y, de todos modos, que era una ciudad muy bonita a la que se volvía más veces, etcétera. Además, él continuó diciendo que: "Sevilla había sido la ciudad más importante del mundo. La ciudad que tenía el casco antiguo más grande de España, no, de Europa. Sevilla fue la ciudad más rica del mundo. De todos modos, Sevilla es muy, pero que muuuuuuuuuuuuy importante. Tienes que conocerla."

Parecía que él estaba muy orgulloso de ser sevillano. Me parece muy bien que estuviera tan orgulloso de su ciudad. Pero me surgió una duda y tenía ganas de comprobarla. Es que había escuchado antes que los sevillanos eran muy exagerados. Yo no critico nada de eso, sólo quería saber si lo que él hablaba era la historia verdadera o exagerada por ser sevillano. Sobre todo, cuando él usaba las palabras de "la más grande" o "la más importante", me turbaba que pudiera creerlas literalmente. Así que le pregunté directamente. Le dije que tenía entendido que los sevillanos eran exagerados y que no sabía si lo que él contaba era verdad o algo exagerado. Él se puso a reír y me lo explicó: "Bueno, lo que yo he dicho es la verdad, totalmente cierto. Y tampoco niego que somos exagerados. También es la verdad." Me impresionó mucho su respuesta. Entonces le pregunté: "¿Por qué sois exagerados?" Él no contestó claramente, sólo me dijo: "No sé... Pero los bilbaínos tienen más fama de exagerados que nosotros." Como esto no lo había escuchado nunca, me sorprendió mucho y me dejó pensativa.

Empecé a reflexionar, o sea, si un sevillano me dijera que yo era muy guapa, tendría que pensar que él estaría siendo exagerado, o sea, él no pensaría que yo fuera tan guapa, pero me lo diría exageradamente. Y si un bilbaíno me dijera que yo era muy guapa, tendría que pensar que él sería muy exagerado, o sea, que él no pensaría que yo fuera tan guapa, pero él lo diría todavía más exageradamente. Y si el bilbaíno es más exagerado que el sevillano, según la opinión de un sevillano... Entonces, en realidad, yo imagino que seré menos guapa de lo que el sevillano dice y aún menos guapa de lo que el bilbaíno dice. ¿Pero sentirá el bilbaíno que yo soy mucho menos guapa que lo que siente el sevillano? ¿¿¿Eso es así??? No entiendo nada.

Me vuelve loca la exageración de sevillanos y bilbaínos. Cuando me digan la palabra "guapa" por la calle, tendré que preguntar: "¿De dónde es usted? ¿Sevillano o bilbaíno?" ¿Me quedaré más tranquila cuando me diga que es de cualquier otra ciudad de España? ¿Pero será verdad que los bilbaínos son más exagerados que los sevillanos? ¿O los sevillanos exageran de esa exageración de los bilbaínos? ¿Qué dirá el resto de los españoles?

El almuerzo de 28 de febrero de 2011:
Aperitivos de brécol cocido y espárragos blancos.
Espaguetis con salsa de tomate, champiñones, salchichas, ajo y cebolla.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 1 de marzo de 2011:
Sopa de patatas, zanahoria y fideos.
Bocadillo de lechuga, loncha de queso, pepino, tortilla francesa, salchichas y aceite de oliva.
Elaborado entre fogones por Macarena.

El almuerzo de 3 de marzo de 2011:
Aperitivos de judías verdes cocidas y tomate al natural.
Espaguetis con salsa roquefort y nata.
Mandarinas al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

La cena de 3 de marzo de 2011:
Montadito de carne y tomate.
Montadito de carne con salsa.
Pescado en adobo.
Disfrutada en un bar por Macarena.

El almuerzo de hoy 4 de marzo de 2011:
Tortelini de espinacas.
Tortilla francesa, béicon, judías verdes y tomate.
Ensalada de lechuga, zanahoria, pasas y atún.
Elaborado entre fogones por Macarena.

6 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Como soy de Bilbao creo que puedo decir que tampoco somos tan fanfarrones. Nos gusta exagerar un poquito, nada más. Por ejemplo, el otro día entré en una librería y dije:

    -¿Me da un mapamundi de Bilbao?

    Y el dependiente me contestó:

    -¿De la margen izquierda o de la margen derecha?

    ¡Un abrazo!

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  2. Hola buenas noches!!

    Con el permiso de The Loser, voy a contar un viejo chiste de los de Bilbao.

    Entra uno de Bilbao a una barbería y le dice al barbero, "buenos días, quiero cortarme la barba a navaja". Cuando el barbero le iba a poner la espuma en la cara, le dice el de Bilbao, "no, no, aféiteme sin espuma, que soy de Bilbao". Así lo hace, y cuando el barbero da la tercera pasada con la navaja, y ya estaba la cara bastante enrojecida, le dice el de Bilbao al barbero, "¿me puede poner un poco de espuma?, es que del mismo, mismo Bilbao no soy"

    Espero que nadie se sienta molesta por éste viejo chiste, disculpándome en tal caso.

    La sinceridad una cosa muy bonita que cada vez abunda menos.

    Gracias por leerme.
    Buenas noches!!

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  3. Tu amigo sevillano es s´agerao (como dicen por allí), pero tiene razón cuando te dice que la ciudad es preciosa.
    ¿Los bilbaínos son más exagerados que los andaluces? mmmmmm... yo diría que no, que son simplemente distintos: los andaluces exageran en todo y los bilbaínos presumen de bilbainismo.
    El casco antiguo de Sevilla no es el más grande de Europa, dicen las malas lenguas, que el más grande es el de Madrid jejeje...
    Muy buenos los chistes Looser y Miguel Angel!

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  4. Jejeje, es cierto que los andaluces pecamos de exagerados, pero los sevillanos son los campeones de la exageración (es mi opinión ¿eh?). Sobre todo cuando hablan de su ciudad. Es cierto que Sevilla es una ciudad muy bonita y especial, pero algunos sevillanos parece que tienen la necesidad de "convencer" a todo el mundo de ello, no comprenden que alguien pueda criticar algún aspecto de su ciudad e incluso parece sorprenderles que alguien prefiera otras ciudades.

    Yo también me sé un chiste (me lo has recordado con lo de Sevilla y Bilbao), que define un poco la forma de pensar de la gente de Sevilla:

    "Un torero sevillano fue a torear a la plaza de toros de Bilbao, pero no lo hizo muy bien y el público le despidió entre abucheos y pitos. El "diestro", muy enfadado, en cuanto terminó la corrida se montó en el coche que le esperaba en la puerta para llevarlo al hotel, y le dijo al chofer:
    -Al hotel no, llévame directamente a Sevilla.
    -¿A Sevilla, maestro? Mire que Sevilla está muy lejos.
    -Mira niño, Sevilla está donde tiene que estar. Lo que está lejos es esto."

    No sé si lo entenderás, pero si lo haces, es que entiendes un poco la idiosincracia de los sevillanos, para los que su ciudad es el centro del mundo.

    ¡Ah! Y que no se me enfade ningún sevillano, que he vivido muchos años en esa ciudad, me encanta y muchos de mis mejores amigos son de allí ¿eh?

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  5. Hola Macarea...

    Me acabo de enterar del fortísimo terremoto en Japón, en la prefectura de Miyagi , y que se ha sentido en Tokyio. También se ha producido un fuerte tsunami muy destructor. Espero que toda tus familia esté bien y que no haya sufrido ningún percance. Que todo pase pronto, que la Tierra y el Mar se calme. Mi recuerdo para las víctimas y el mayor apoyo para sus familiares y para todo el pueblo del Japón, mucho ánimo.

    Que todo se cabe pronto, muchiiiiisimo ánimo.

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  6. Espero que los tuyos estén bien, Macarena. Te envío fuerzas y ánimos, porque vivir esta tragedia en la distancia tiene que ser muy difícil. Un abrazo para ti y todo el pueblo japonés.

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