martes, 15 de marzo de 2011

Un desastre de la naturaleza en nuestro país (2)

Después de comprobar que toda mi familia estaba a salvo, también he seguido viendo los partes de noticias de la televisión japonesa a través de internet. Más bien, no podía dejar de verlos. Naturalmente, después del temblor gigante, hubo muchas réplicas, incluso de una magnitud bastante grande. Cada vez que se producían réplicas, salía un aviso urgente en la pantalla de televisión para avisarnos rápidamente del incidente. Aunque ahora mismo todavía siguen las réplicas, aquel día el aviso urgente no dejaba de aparecer en la pantalla. Comparando mi nivel de terror con el que mis compatriotas estaban experimentando en directo, sé que mis temores no les llegarían ni a la suela del zapato. Pero, aunque estuviera muy lejos, el seísmo de esta vez me hizo sentir mucho miedo. Aquella noche, no pude apagar mi ordenador. Me tumbé en el sofá colocando a mi lado mi ordenador encendido y descansé.

El primer día del terremoto, yo sólo intenté tener contacto con mi familia. A medida que tuve más información a través de las noticias y de mi familia, pude tener una idea bastante aproximada de la realidad. Según me dijeron mi prima y mis tios, hubo pocas víctimas mortales en Tokio, aunque allí se apreciaba una situación confusa por la suspensión del sevicio de transporte público. Entonces, estuve bastante tranquila sobre los amigos que viven en Tokio y sus alrededores. Gracias a lo que me contaron mis padres, estuve bastante tranquila sobre los amigos que viven cerca de donde viven mis padres. Además de eso, como sabía que la comunicación telefónica funcionaba mal en Tokio el primer día del terremoto, no intenté comunicarme con mis amigos ese día. La única preocupación que tenía era por una amiga mía que vive bastante cerca de la zona catastrófica, pero me convencí de que estaría bien porque las noticias no decían que la catástrofe llegara donde ella vive.

El segundo día, me levanté, aunque no podía dormir bien. Por supuesto que todavía seguían la confusión y el miedo al seísmo en mi tierra. Después de tener contacto con mi madre esa mañana, empecé a mandar correos a mis amigos de los que no había sabido nada. Como esperaba, mis amigos que viven en Tokio y cerca de la casa de mis padres, estaban todos bien. Me tranquilicé por el momento, excepto por aquella amiga mía que no me contestó pronto.

Ahora cuando estoy escribiendo esta entrada, en mi tierra siguen produciéndose más réplicas y hay muchos compatriotas que siguen viviendo con el miedo y la incomodidad. Por supuesto que yo tampoco puedo estar totalmente tranquila.

En este momento, me gustaría informaros sobre la serenidad. Aunque Tokio no ha sufrido gran daño por el TSUNAMI, nunca habíamos experimentado el temblor de tierra tan devastador. Entonces yo imaginé que todos deberían sentir una gran sacudida, a lo mejor, todavía no estaban restablecidos de la conmoción que les produjo. Pero me sorprendí y me alegré mucho por las respuestas de mis amigos. Todos mantenían la calma y, aunque se sorprendieron mucho del temblor y las imágenes de la catástrofe del TSUNAMI, estaban muy positivos. Además, se preocuparon por mi familia que vive cerca del mar y tuvieron consideración por los compatriotas que recibieron un daño directo por el TSUNAMI.

Una amiga mía me dijo: "Estaba sóla en la oficina. Me sorprendí, pero pude comportarme con calma. Inmediatamente me refugié debajo del escritorio viejo y grande que nunca me gustó nada. Pero él me protegió. Como adquirí experiencia con las prácticas que hice para afrontar un terremoto de intensidad siete, para mi sorpresa, pude mantener la calma. ¡Todo es gracias a aquel entrenamiento!"

En mi tierra, creo que casi todas las escuelas realizan las prácticas de evacuación por terremotos dos o tres veces al año. Después de graduarnos de la escuela, también las realizan las empresas y los municipios. Cuando era estudiante, tontamente sentía pereza sobre las prácticas, pero a través de su repetición, probablemente y de forma inconsciente, nosotros los japoneses aprendemos a guardar la serenidad y la calma en los momentos de emergencia. No sé por qué, pero me sentía muy contenta por ser japonesa.

Han pasado cinco días desde el fatal terremoto. Es cierto que falta la comida en la zona afectada por el TSUNAMI, pero parece que en Tokio tampoco quedan muchos comestibles en los supermercados. El desastre de la naturaleza tiene una gran influencia en todos los sitios, bien sea directa o indirectamente. De todos modos, espero que se recupere la normalidad lo antes posible.

Preocuparse es fácil, pero es más difícil tener la voluntad de actuar realmente. Después de todo, lo más sencillo que podemos hacer desde un país lejano podría ser aportar una pequeña ayuda económica, o sea, un donativo a una asociación de confianza. Parece que ya se ha empezado a recaudar fondos mediante una colecta desde el país donde yo vivo. Me alegraría que presentaros esta información en este blog ayudara a mi tierra sea con lo poco que sea.

Cruz Roja Española
https://www.cruzroja.es/pls/portal30/portal.donante.donativo

Gracias por vuestra consideración.

4 comentarios:

  1. Me alegro mucho de que tu familia y amigos estén bien. Yo admiro mucho la serenidad con la que actuó la gente durante y después del terremoto, pero sobretodo admiro el esfuerzo que se hace para prepararse para estas situaciones. Y no es solo hacer simulacros también se trata de señalizar los refugios y construir edificios resistentes a los terremotos.

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  2. Hola Macarena, ya he hecho mi pequeña aportación. Espero que sirva para ayudar aunque sea mínimamente a la gente que lo ha perdido todo por el tsunami. A tu país le queda un largo camino por recorrer hasta volver a ser como antes, espero que podamos ayudar en la medida de lo posible. Bien colaborando con las ONGs o con nuestros buenos deseos, como la iniciativa del blog de las 1.000 grullas.

    Me alegro de que tu familia y tus amigos estén bien, y comparto contigo tu indignación por el artículo que enlazaste en la entrada anterior: mezcla sin criterio y sin sensibilidad temas que no tienen nada que ver. El tratamiento sensacionalista que está recibiendo la información en Europa también me parece un poco vergonzoso.

    Un abrazo y ánimo.

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  3. Hola Macarena!!

    Me alegra saber que tu familia y amigos estén todos bien. Sobre lo que se puede leer sobre lo que ha ocurrido en Japón me gustaría opinar:

    - En Fukishima hay un problema muy muy serio, pero no es Chernobyl, no habrá una apocalipsis nuclear.

    - Esta gran catástrofe natural no es un castigo, por motivos que no entiendo.

    - Un escritor español que vive en KYOTO, dice, "La gente está huyendo de Tokio, no hay comida ni agua". Nuestra gran amiga Nora, que vive en TOKYO, nos informa que se puede notar alguna carencia, pero que Tokyo no es Miyagi, no es Fukushima.

    Viendo la información que se da en España, en Europa, parece que nos olvidamos que hubo un grandísimo terremoto, y después un tsunami en Japón. Que hay muchas víctimas y afectados. Muchos supervivientes se han quedado sin nada. En las prefecturas de Miyagi, de Fukushima.. no hay luz, ni agua,... está nevando y la temperatura es bajo cero. No entiendo por qué no se mandan aviones con comida, ropa, medicinas, casas prefabricadas, para atender las necesidades más urgentes de éstas personas, hasta que se normalice todo un poco. En Europa creamos apocalipsis.
    La preparación y la serenidad del pueblo japones ante este desastre es envidiable.
    Muchos ánimos Macarena y que no te gane el desanimo.
    Japón no se rinde.

    Gambatte Nihon!!

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  4. ¡Hola Macarena!

    Poco a poco la situación irá volviendo a la normalidad. Todo el mundo admira la serenidad con la que los japoneses hacen frente a esta gran adversidad. Sabemos que todavía quedan momentos difíciles (aunque no creo que la situación sea tan apocalíptica como les gusta comentar a los medios de comunicación) pero estoy seguro de que Japón saldrá adelante.

    日本がんばって!

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