miércoles, 24 de febrero de 2010

La compatibilidad

Hoy me gustaría continuar con el tema de ayer, es decir, que yo bebo mucho sin marearme, la verdad es que por eso tengo otro problema peliagudo. ¿Para qué bebéis vosotros la bebida alcohólica? Yo, al fin y al cabo, la bebo para emborracharme. Quiero emborracharme. Por supuesto, pero no quiero molestar a nadie.

Me entrego en cuerpo y alma a la cerveza. Considerando eso, puedo sentirme libre. Sin embargo, el cuerpo que Dios me dio soporta mucho el alcohol, así que no me permite emborracharme fácilmente. ¿Entonces qué ocurre? Tengo que consumir mucha cantidad de cerveza para cumplir mi objetivo. En mi interior, siempre hay dos partes de mí que están luchando. Una parte es el sentimiento alegre, o sea, que estoy contenta porque me gusta mucho la cerveza, entonces estoy encantada porque bebo mucha cerveza. Pero por otro lado, soy sinceramente ahorradora, atención, no es que sea tacaña. Así que, como ahorradora, me encantaraía que fuera posible emborracharme con poca cantidad de cerveza. Sí, soy ama de casa, y como tengo que comprar los alimentos, a veces, tengo que moderar el gasto en cerveza por la comida. Aunque no me gusta cocinar, sé que comer la comida es más importante que beber cerveza. Soy cervecera, pero no soy alcohólica.

En resumen, mi otro problema dificultoso es el asunto económico. Siempre surgen conflictos entre mi punto de vista como ama de casa ahorradora y mi deseo como cervecera. Las dos son facetas que forman parte de mí misma. Así que quiero que las dos se sientan satisfechas. ¿Entonces, qué hago? ¿Pensáis que "galgo que muchas liebres levanta, ninguna mata"? La verdad es que soy una "genia" del todo. Se me ocurrió una idea muy buena hace un montón de tiempo. Desde que me surgió esa magnífica idea, yo sigo practicándola en casa. Hoy, especialmente, os la voy a confiar. Es muy recomendable para la gente que es ahorradora y cervecera.

Al principio, preparo una lata de cerveza. Tal y como el otro día os comentaba, la lata de cerveza me apoya mucho económicamente. Así que en este momento, ya estoy satisfecha como ama de casa ahorradora. Aunque la lata de cerveza es muy económica, no puedo consumir muchas latas. Es que si consumo muchas latas, no estoy satisfecha al pensarlo como ama de casa ahorradora. Entonces, como cervecera, también tengo que estar satisfecha con una lata de cerveza de 330 ml. ¿Cómo lo hago? De todos modos, la respuesta es que mueva el esqueleto: ¡Baila!

Tengo que bailar, además tengo que sacudir la cabeza. Eso es muy importante. Sacudo la cabeza fuertemente. Luego, puedo sentirme mareada como cuando bebo un montón de cerveza, aunque la cantidad real sea sólo el contenido de una lata. Finalmente, dos partes de mí están satisfechas. Mi solución es tarjeta 4B: Buena, bonita, barata y borracha. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Pero, tened cuidado. Sería conveniente utilizar esta fórmula sólo en casa. Para nada os recomiendo hacerlo en público o incluso cuando estéis con vuestros amigos. Hay una alta probabilidad de perderlos. Tal vez haya peligro de que la gente piense que vosotros estéis locos. A pesar de que esto pasara, no podría asumir tal responsabilidad.


El almuerzo de hoy 24 de febrero de 2010:
Espaguetis a la salsa de nata con champiñones, salchichas, maiz, calabacín, ajo y cebolla.
Ensaladilla de patata con lechuga, tomate, brócoli y chorizo.
Elaborado entre fogones por Macarena.

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