martes, 25 de mayo de 2010

¡Porque España es así!

Antes de nada, quiero dejar claro que todos mis compañeros y compañeras son españoles.

Un compañero mío siempre trae consigo el sillín de su bicicleta a la clase. Yo nunca he visto esa escena en Japón, así que me siento muy extrañada cuando lo veo. Al principio, por supuesto que pensé: "¿Qué hace ese muchacho con un sillín en la mano?" Es que no me podía creer que hubiera alguien que quisiera robar sólo un sillín. Puedo imaginar que haya gente que quiera robar una bicicleta entera, pero... ¿Sólo un sillín? ¿Para qué?

Un día, ya no podía soportar no preguntarle por qué siempre se traía su sillín a clase. Así que se lo pregunté directamente y sin rodeos. Él me contestó: "Seguro que hay gente que quiere sólo un sillín." Yo le dije: "¿Pero para qué?" Él me dijo: "No sé, pero Macarena, aquí estás en ¡¡¡España!!!" En ese momento, yo estuve totalmente de acuerdo y mi duda desapareció de golpe. ¡España es diferente!

Hace medio año, se empezó una obra y había que trasladar temporalmente nuestra clase a otro sitio. Se decía que tardarían dos meses en terminarla. Yo pregunté: "¿Seguro que podremos volver a dar clase aquí dentro de dos meses?" Un compañero mío me puso la mano en el hombro, me miro fijamente a los ojos y me dijo: "Macarena, no hay nada "seguro". Aquí estás en ¡¡¡España!!!" Es verdad. En ese momento, abandoné la esperanza de volver allí a los dos meses.

Ya han pasado seis meses desde entonces. Cuando pregunto por la fecha de finalización de la obra me responden que no lo saben, pero que la obra ya va mejor, que todo está muy avanzado. A veces, me siento confundida. En España, el paso del tiempo se mide de forma diferente.

Yo antes no lo creía así, pero me pasó lo mismo con la palabra temporal. Yo pensaba que la palabra temporal significaba transitorio, pasajero, de una duración concreta y previamente establecida. Ahora ya sé que la palabra temporal quiere decir que algo dura por algún tiempo. ¿Cuánto tiempo? Aquí en España nadie lo sabe.

Hoy, otro español que conozco estaba quejándose mucho. Parecía que necesitaba resolver un papeleo, así que ha ido donde tenía que ir. Sin embargo, los trabajadores le han tratado muy mal. Según él, parecía que ellos no tenían ganas de trabajar, así que aunque él estaba en frente, ellos han empezado a quejarse de que habían venido muchas personas para la misma tramitación y que ese día habían tenido trabajo.

Lo que a mi amigo le cabreaba es que les había llamado por teléfono numerosas veces, les había escrito correos electrónicos que tampoco habían atendido y, al final, había tenido que desplazarse muy lejos para que le atendieran. Cuando llegó a la ventanilla, nadie quiso levantarse a atenderle y le hablaban bajito desde lejos. Ninguna de las tres personas tenía más trabajo que seguir su conversación sobre qué iban a ponerse y qué iban a regalar.

Desde mi punto de vista, los trámites en este país, sobre todo, para los extranjeros, son un rollo, pero pensaba que es porque soy extranjera y, en cualquier país, los trámites para los extranjeros son más complicados que los trámites para los autóctonos. Sin embargo, parece que no sólo les pasa esto a los extranjeros. Es que él estaba muy cabreado con la actitud de aquellos funcionarios que, como él, también eran españoles.

Ya estáis claros. ¿Verdad? Yo le he consolado con esas palabras mágicas que me repiten a mí: "¡Oye! ¿Qué remedio hay? Estamos aquí. ¡¡¡España!!!" Para mí, esas palabras mágicas funcionan bien, pero... ¿Habrán funcionado bien para él?



El almuerzo de hoy 25 de mayo de 2010:
Arroz en blanco con UMEBOSHI.
Tentáculos de calamar rebosados, lechuga y tomate al jugo de limón.
Salteado de zanahoria y pimiento verde con un toque de sésamo.
Elaborado entre fogones por Macarena.

5 comentarios:

  1. Macarena, veo que ya lo vas pillando.

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  2. Hola, David. Gracias por tu comprensión. Me ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí. Saludos.

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  3. ¡¡Acaba de ganar mi RAFA contra el francés Mina!! 6-2,6-2,6-2. ¡¡¡Enhorabuena!!!

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  4. Pues si algún día vives en México....encontrarás las mismas situaciones (o quizás peores!) y decimos lo mismo: es que así es México!! Vaya justificación, no?

    saludos

    Coca

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  5. Hola, Coca. ¡En Méjico también hay que usar las palabras mágicas! Yo ya puedo aceptar casi todo con esas palabras mágicas. Saludos.

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