jueves, 13 de mayo de 2010

Un reportaje sobre los caracoles

El otro día, comí caracoles por segunda vez en esta estación. En esta ocasión, los comí en mi casa. Pero no es que yo los cocinara por mi cuenta, ya sabéis que no me gusta cocinar. Casualmente, los recibí cocinados y listos para tomar. Como tenía muchas ganas y estaba en mi casa, los probé con gran placer. Era una comida para saborearla. Y además quería probar varias maneras de comerlos para conseguir la mejor fórmula.

En primer lugar, probé a comerlos utilizando un cubierto especial para salvar el cuerpo del caracol. El cubierto es tal como se muestra en la foto de abajo. El cubierto es como un tenedor, pero sólo tiene dos dientes. Creo que se llama horquilla. Es un cubierto que se usa para hacer la fondue. Tiene más fuerza que el mondadientes y menos anchura que el tenedor. Su uso daba mejor resultado que los otros dos utensilios, o sea, aunque no tenía éxito al cien por cien, tenía muchos menos fracasos que con los otros dos. Además el tiempo para comerlos se acortaba mucho.

En segundo lugar, como todavía tenía fracasos con ese cubierto para la fondue, incluso probé a masticar el caparazón para salvar el cuerpo. Era muy fácil masticar el caparazón, sin embargo, es que era muy desagradable la sensación dentro de la boca. En conclusión, no se lo recomiendo a nadie. Además, era muy difícil separar el cuerpo comible del caparazón desechable. Sería mejor abandonar comer el cuerpo hundido que masticar el caparazón.

En tercer lugar, probé a chupar hasta el límite, o sea, desvergonzadamente, por supuesto que para salvar el cuerpo escondido. No podía evitar hacer un ruido de mal gusto. Además, era un trabajo ingrato, es decir, no podía salvar el cuerpo ni con mi aspiración. Así que sería mejor renunciar a comer el resto del cuerpo que hacer un ruido tan vulgar.

Hasta aquí, he pensado que voy a llevar conmigo este cubierto cuando vaya al bar para comer los caracoles. Y lo más importante es tener la valentía de abandonar algunos cuerpos. No debemos chuparlos con mucha pena por el resto del cuerpo. Tampoco sería mejor devorar el caparazón. No olvidéis tener en mente aquello de "a enemigo que huye, puente de plata."

Este es un reportaje mío y me alegraría que os sirviera de algo.




El almuerzo de hoy 13 de mayo de 2010:
Arroz frito con repollo, cebolla y huevos.
Salteado de zanahoria y pimiento verde con un toque de sésamo.
Ensalada de lechuga, hígado y tomate.
Plátano al natural espolvoreado con canela.
Elaborado entre fogones por Macarena.
Las dos últimas fotos son de la cena del 11 de mayo de 2010.
Caracoles y un cubierto especial que utilicé para el reportaje.

2 comentarios:

  1. Creo que los caracoles ya los dominas. No dan más de sí, eres una auténtica experta en caracoles-eating ryu. Debes ponerte nuevas metas culinarias para no estancarte.

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  2. Hola, David. Me parece que necesito más práctica con los caracoles. De momento, estoy muy satisfecha del resultado de mi experimento para averiguar la mejor forma de comerlos. Gracias por certificar mi dominio. Espero el diploma. Je, je, je. Saludos.

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