miércoles, 12 de mayo de 2010

Una gramática muy importante

Hasta el año pasado fui a varias academias de español para aprender y mejorar mi español. Por supuesto que no ha sido nada fácil aprender español, sobre todo, para mí. Además, todavía no puedo dejar de aprenderlo. Probablemente, será mi trabajo de toda la vida.

Aunque aprender la gramática española me costaba mucho trabajo, había algunas cosas que fueron muy complicadas de comprender para mí. Pero esas cosas me ayudaron mucho a conocer mejor a los españoles. Aunque iba a la academia para aprender español, también me enseñaban las costumbres españolas.

Una profesora de la academia donde aprendí por primera vez nos preguntó que cuál opción sería la más correcta en el caso de que alguien nos invitara a su casa en España.

La primera opción era ir a su casa diez minutos antes de la hora de la cita.
La segunda opción era ir a su casa justo a la hora de la cita.
La tercera opción era ir a su casa diez minutos después de la hora de la cita.

Había muchos alumnos de muchos países. Y cada respuesta fue diferente. Y recuerdo que yo pensaba que lo correcto era ir justo a la hora de la cita.

Según mi profesora, lo correcto era llegar allí diez minutos después de la hora fijada. Bueno, eso era comprensible, es que no era un asunto de correcto o incorrecto, sino, más bien, un gesto de cortesía. La verdad es que si yo invitara a alguien a mi casa y esa persona llegara antes de la hora de la cita, sería posible que todavía no hubiera terminado la preparación. Creo que sería aplicable la misma razón sobre llegar a la hora justa. Ella nos dijo que en España nunca debíamos llegar a su casa antes de la hora de la cita. Entendido.

Una profesora de otra academia de español nos enseñó que si tuviéramos una cita con alguien a las seis, en el caso del norte de España, "a las seis" era a las seis, sin embargo, en el caso del sur de España, "a las seis" no era a las seis, sino a las seis y cuarto, y a veces a las seis y media. Recuerdo que esto me confundía mucho, es que parece que hay una diferencia horaria dentro de España si miras el mapa verticalmente. Dicho sea de paso, la profesora era del norte de España. Entendido, pero tengo algunas dudas.

Un profesor de otra academia de español nos enseñó una cosa muy importante tanto gramaticalmente como para no malentender a los españoles. Ese día aprendimos el funcionamiento del verbo en futuro. Desde mi punto de vista, la conjugación del verbo en futuro es bastante fácil comparándola con la de otros tiempos verbales. Aunque había cinco funciones del verbo en futuro, recuerdo fuertemente una de las cinco.

Cuando los españoles utilizan el verbo en futuro, no debemos tomar lo que dicen en serio. Es decir, no es que digan una mentira, sino que los españoles aún no saben si lo que han dicho es seguro o no. Por ejemplo, en 2012 tengo una reunión y yo digo: "Voy a ir allí." Se utiliza el presente y significa que es seguro que voy a una reunión. Pero si digo: "Pero no sé cuántos días estaré allí." Se utiliza el futuro y significa que no es seguro el número de días de la estancia. Es decir, el futuro tiene la marca de dudas, o sea, no lo sabemos con total seguridad.

Según aquel profesor, hay muchas ocasiones en las conversaciones por teléfono en las que se utiliza el futuro. Por ejemplo, yo llamo a mi amiga, pero ella no está en casa. así que le pregunto a su madre que cuándo está. Y su madre me contesta: "Mañana estará en casa a la hora de comer." Así que al día siguiente yo llamo otra vez, pero esta vez tampoco está. Pero en ese caso, yo no debo enfadarme con su madre. Es que ella utiliza el futuro, o sea, no se ha comprometido a nada. Aunque ella dice "mañana", el verbo en futuro no tiene ninguna relación con el futuro.

Cuando lo aprendí, me sentía como si se descifrara el enigma. Es que tuve muchas experiencias en las que no recibía ninguna llamada aunque mis amigos me dijeran: "Mañana te llamaré." Durante mucho tiempo, estuve furiosa y triste porque no me llamaban, además, pensaba que los españoles no eran fiables. Sin embargo, todo era por falta de entendimiento del uso del verbo en futuro. Realmente, ellos no me prometían nada.

Cuando lo supe salí de mi equivocación y de eso sólo hace un año. Después de aprenderlo, empezaba a poner mucha más atención en los tiempos verbales que los españoles utilizaban. Si ellos utilizan el futuro, no debo esperar que sea seguro nada de lo que dicen. Y me he dado cuenta de que se utiliza mucho el verbo en futuro. Mis dudas durante tres años desaparecieron en un instante. Y después, llegué a vivir en España más cómodamente. Encima, incluso llego a utilizar el verbo en futuro yo misma.

El verbo en futuro es la parte de la gramática española más interesante y útil para mí.



El almuerzo de hoy 12 de mayo de 2010:
Nidos de pasta de espinacas con nata y queso parmesano.
Un plato combinado de carne de cerdo a la plancha, patatas aliñadas con SURIMI, atún y manzana al natural.
Ensaladilla de pepino, jamón cocido, brécol y tomate.
Elaborado entre fogones por Macarena.

4 comentarios:

  1. ¡Es muy interesante lo que cuentas! Esas cosas no te las explica nadie cuando el español es tu lengua natal, son cosas que vas asimilando desde pequeño. Es verdad que el tiempo futuro en una situación informal no implica certeza (es distinto cuando te dan cita para el médico, para un examen o cuando el técnico de Telefónica dice la hora a la que irá a tu casa... bueno, esto último tampoco es fiable).

    Te diré cuatro trucos:
    - Primero, no se debe generalizar, lo ideal es conocer a tu interlocutor. Conozco mucha gente que si te dice "te llamaré mañana", es seguro que te llamará al día siguiente; pero también conozco a otros que probablemente no me llamen. Pero en conclusión, es cierto que para muchos el uso del futuro no implica un compromiso.
    -Segundo: En muchas ocasiones, cuando se quiere expresar que en el futuro vas a hacer algo seguro, se suele ser más concreto, no sólo se usa el verbo en futuro, también acompaña de detalles como la hora o la fecha. "Mañana te llamaré sobre las seis y media", o "el 21 de julio viajaré a Roma". En estos casos, la persona que te lo dice tiene la firme convicción de hacerlo, ya lo tiene planeado. No es como un "te llamaré mañana" o "en julio me iré a Roma". En un caso así, si no te llama puedes ofenderte, ya que has estado pendiente del teléfono porque te dijo que a esa hora llamaría.
    -Tercero: No te fijes sólo en el tiempo verbal, a veces la clave está en los adverbios que acompañan al verbo. Por ejemplo, "mañana estará sobre la hora de comer", ese "sobre" indica vaguedad, falta de certeza. Lo mismo para "probablemente" o "más o menos", esas expresiones no trasmiten mucha confianza.
    -Cuarto: A veces el uso del tiempo presente para referirse al futuro indica más seguridad, más formalidad en lo que la persona te está diciendo. Por ejemplo, un "Viene a comer a las dos de la tarde" es mucho más fiable que un "vendrá a comer a las dos de la tarde". También un "mañana te llamo" suele expresar más decisión que un "mañana te llamaré" (qué extraño ¿verdad?), y lo mismo para un "el viernes me voy al cine" en lugar de "iré al cine". Es como si el uso del presente indica que la decisión ya ha sido tomada, mientras que el futuro indica que todavía lo estás sopesando, por lo que no es seguro.

    Bueno, más o menos eso es todo. Pero ya sabes que el uso de la lengua no es matemático, y cada persona la emplea de una forma distinta. Por cierto, aunque soy del sur (y una persona bastante puntual y formal), me temo que tu profesora del norte tenía razón: la gente del norte de España es más formal en temas de horarios y compromisos.

    Y hasta aquí la clase de hoy (últimamente escribo comentarios súperlargos).

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  2. Hola, David. La verdad es que si alguien dice "mañana te llamaré", lo que me llama la atencíon es el sustantivo "mañana" y el verbo "llamar". No me llama nada la atención si se usa "llamaré" o "llamo". Así que naturalmente al día siguiente espero una llamada junto al teléfono hasta que suene. Ya sé cómo funciona el verbo futuro. No pensaba que fuera un tiempo verbal tan importante. Gracias por tu cursillo intensivo. Voy a prestar más atención a cómo hablan los españoles. Saludos.

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  3. Lo siento, no estoy de acuerdo con tus profesores en cuanto a lo de la puntualidad. Si quedas a las seis con alguien, llegar un cuarto de hora más tarde es de mala educación y llegar media hora después, es de tan malísima educación que, si esa persona con la que has quedado fuera yo, te encontrarías sola. Esto no tiene nada que ver con el norte o el sur, sino con las buenas maneras.
    Tampoco me vale la excusa de que, como hemos quedado en tu casa, llego diez minutos más tarde, porque imagínate que para cenar hay, por ejemplo: paella, como te retrases mucho la comerás pasada.

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  4. Hola, Sol. Gracias por visitar mi blog y dejar tus comentarios. Yo puedo entender y aceptar tu opinión sobre la hora sin ninguna duda ni dificultad. De todos modos, yo quiero ser puntual sea cuando sea y con quien sea. En caso de una invitación para la comida te entiendo mucho. Es una falta de respeto hacia la cocinera. Es imperdonable. Encantada de conocerte. Saludos.

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