miércoles, 25 de agosto de 2010

Una japonesa chocó contra la cultura japonesa en Japón (4)

Lo que os voy a contar no sé si puede definirse como un choque cultural o no, pero éste es uno de los cambios que he experimentado en mi misma.

Durante la reciente estancia en mi tierra he comprobado que lo que más me ha excitado ha sido la tienda de cien yenes. En pocas palabras, la tienda de cien yenes es la tienda donde se venden los productos que cuestan cien yenes, pero para ser exacta, lo que se paga por cada artículo son ciento cinco yenes con impuestos incluidos.

Siempre me ha gustado la tienda de cien yenes, ahora y antes también. Pero en esta reciente visita, me excité tanto como si fuera una niña que va a esa tienda por primera vez.

Hay un montón de compañías que dirigen ese tipo de tienda, pero el establecimiento que más me excitó fue una tienda que estaba cerca de la casa de mis padres. Cuando fui allí con mis padres, me sentí tan excitada que mis padres se quedaron con la boca abierta.

Como llevaba toda la vida viviendo en Japón, conozco bien la historia de cómo se ha desarrollado la tienda de cien yenes. Quiero decir que, al principio, se vendían los productos que valían cien yenes y la calidad no era muy buena. Sin embargo, de año en año han mejorado tanto que llegan a venderse productos de buena calidad, además, nos ofrecen mucha variedad. Pero el precio se mantiene en sólo cien yenes. Y la relación de precio y calidad es óptima. ¿Cómo no iba a excitarme frente a una tienda así? ¿O sólo yo me siento arrebatada?

Antes iba generalmente a ese tipo de tiendas cuando necesitaba algo concreto, no era un sitio donde me sintiera sorprendida, sino que para mí era un sitio normal y corriente. Pero esta vez, la tienda me parecía como si fuera un mundo de fantasía todo lleno de sorpresas y novedades.

Mis padres llegaron a sentirse irritados cuando me escuchaban lanzar exclamaciones del tipo: "¡Qué barato! ¡Qué bonito! ¡Qué increíble! ¡Qué especial!" Es que pienso que podría llegar a llevarme una hora entera en la tienda si me detuviera a observar todo lo que me llamaba la atención ante la sorpresa y perplejidad de mis queridos padres.

Reconozco que excitarme con lo que hay en la tienda de cien yenes es un poco vergonzoso como japonesa, pero no pude evitarlo.



El almuerzo de hoy 25 de agosto de 2010:
Aperitivo de tomate al natural y queso fresco con un toque de perejil.
Espaguetis a la salsa pesto.
Ensaladilla de patatas, pepino, zahanoria, jamón cocido de pavo y lechuga.
Cerveza negra belga "Gauloise" bien fría.
Elaborado entre fogones por Macarena.

5 comentarios:

  1. Han abierto una enorme debajo de mi casa. Estás invitada a verla cuando quieras.

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  2. Hola buenas tardes!!

    Si me dicen que esto lo ha escrito Macarena, una española de cualquier parte de España, me lo creería. Creo que acabas de describir como se pueden sentir muchos españoles al visitar tu país por primera vez. Esa emoción, esa ilusión . He dicho tu país....., ¿pero tu no eres ya española?.......buen proceso de españolización, pero todavía no te gusta cocinar........

    Gracias por leerme.
    Buenas y refrescantes tardes!!

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  3. Hola, Biruvito. ¡Qué noticia más interesante me has dado! Gracias por avisarme. Imagino que allí también podré pagar con yenes. ¿Verdad? ¿Si voy de tu parte me harán algún descuento? Es que soy una buena ahorradora, ya lo sabes. Saludos.

    Hola, Miguel Ángel. No ha cambiado nada mi esencia, sigo siendo japonesa y sigue sin gustarme cocinar. Cuando estoy en España me siento totalmente japonesa, en cambio, cuando estoy en Japón tengo la vaga sensación de que ya no soy tan japonesa como antes. No sé cómo explicarlo, es muy extraño. ¿Adónde voy a llegar yo? Saludos.

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  4. A mi esas tiendas de 100 yenes me encantan!!!

    cada vez que estoy en Japón las visito seguido, aunque no compre!! Y es que encuentras cosas muy utiles (y otras inutiles), pero estar en una tienda de 100 yenes es el paraiso para las compradoras (como yo, ja).

    saludos!!!!

    Coca

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  5. Hola, Coca. Oh, me alegra que a tí también te guste la tienda de cien yenes. Sí, sí, como tú dices, hay muchos productos muy útiles, aunque también hay algunos productos inútiles. Y como cada artículo cuesta sólo cien yenes, a veces se compra algo sólo por probar y al final acaba siendo algo que no es necesario. Además, pensando que todo cuesta sólo cien yenes, me sorprende el total que tengo que pagar porque resulta bastante más caro de lo que pensaba. Pero me gusta mucho. Saludos.

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