domingo, 26 de septiembre de 2010

Aunque me gusta la bulla

Aunque no me gusta cocinar, me gusta ir al gimnasio durante el fin de semana. Es que apenas hay gente, aunque tampoco están los entrenadores. Puedo utilizar las máquinas como quiera y cuando quiera. No huele tanto a sudor como los días de entresemana, además, el ambiente está muy tranquilo y el vestuario está casi vacío.

Así que últimamente voy al gimnasio sólo el fin de semana. No está bien, tengo que aprovecharlo más. Pero como todavía hace poco tiempo que acabo de volver de Japón, me siento tímida estando rodeada por muchos españoles.

Ayer, después de salir del gimnasio, fui al centro comercial para curiosear mirando por los escaparates. Últimamente me he pasado bastante tiempo en casa, pensé que a veces tenía que salir y respirar el aire de fuera.

Me encanta Tokio. Es porque es una ciudad gigante y siempre hay mucha gente en el centro. Cuanta más gente haya, más viva me siento. Así que cuando ahora veo muy poca gente en el centro de la ciudad donde yo vivo, me siento muy triste y desanimada.

Como ayer fue sábado, había mucha gente en el centro comercial. Bueno, para ser exacta, había muchos españoles. Debe de gustarme la bulla. Y sí, me gusta. Sin embargo, ayer había tantos españoles que me sentí incómoda. Aunque es normal, es que estoy donde vive el mayor número de españoles, en España.

No sé qué me pasó. Pero a pesar de seguir viviendo en España, estoy muy nerviosa con los españoles. Eso es una herida mortal para vivir en este país. Creo que tengo que tomarme una cerveza bien fría.

El almuerzo de hoy 26 de septiembre de 2010:
Arroz frito con salchichas, pimiento verde, cebolla, huevos y brécol.
Tomate con atún y pasas a la salsa mayonesa y cebollitas.
Yogur al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

La comida del día 7 de agosto de 2010 en Japón:
(Arriba a la izquierda)
El desayuno: Café con leche, tetrabrik de café, pan recién hecho, lechuga, pepinos, salchichas, huevo duro y sandía.
(Arriba a la derecha)
Una lata de café negro frío y una lata de capuchino frío.
(Segunda)
Las latas de limonada.
(Tercera a la izquierda)
El almuerzo: SOMEN, TEMPURA y tomate al natural.
(Tercera a la derecha)
La merienda: Té verde japonés y maíz cocido.
(Abajo)
La cena: Sopa de MISO, arroz en blanco, quingombó, lechuga, tomate al natural, TSUKEMONO de URI, sojas verdes en rama, ODEN y una lata de cerveza bien fría.

3 comentarios:

  1. Creo que tienes que empezar a tomarte las cosas con más calma. Si vives en España, no puedes huir de los españoles; como dijo el emperador Constantino: "si no puedes vencerlos, únete a ellos", quizás deberías pasar todo el tiempo posible con amigos/as españoles/as. ¡Proceso de españolización a tope!

    ResponderEliminar
  2. Hola buenos días!!

    La verdad que sí, es una caso peculiar. En el fondo eso sí es amor eeeeeeeeeeh, porque mira que incomodarte tanto los españoles y a la vez no poder vivir sin España. Ese amor/odio, en el fondo............... te han ganado ese corazoncito. Bueno, tú te españolizas y yo me japonizo, ¿hay trato ?.
    Pero creo que eso no se arregla con una cerveza, empieza por dos, eeeeeeeeeh, jajajajja.

    Gracias por leerme.
    Buenos días!!

    ResponderEliminar
  3. Hola, David. Gracias por la palabra de Constantino. He simpatizado con la palabra. Ahora tengo más ánimo. Te lo agradezco mucho. Saludos.

    Hola, Miguel Ángel. ¡Trato hecho! Voy a empezar a españolizarme con dos cervezas bien frías. Tú debes empezar con el SAKE. ¡Vamos! Saludos.

    ResponderEliminar