domingo, 5 de septiembre de 2010

Una japonesa chocó contra la cultura japonesa en Japón (14)

Durante mucho tiempo he vivido en una ciudad metropolitana y ahora vivo en una ciudad de España que no es comparable a una metrópoli de Japón, ni por el número total de ciudadanos, ni por su densidad. Sin embargo, ahora hay más ocasiones en las que choco físicamente con la gente mientras estoy andando normal y corriente por la calle, o sea, sin ninguna prisa, ni arrogancia.

Lo que sucede es que cuando vivía en Tokio, a pesar de que hubiera un montonazo de personas por la calle, apenas choqué con la gente de aquella ciudad tan híper poblada. En cambio, aquí hay mucha menos gente que donde yo vivía en Tokio. Y a pesar de que lógicamente haya mucho más espacio libre, es muy frecuente chocar físicamente con la gente que pasa por la calle.

No es que ahora quiera decir que los ciudadanos de donde yo vivo sean todos unos maleducados, inconsiderados, o bien, orondos. Lo que quiero decir es que Tokio es un verdadero milagro. Por supuesto que varias veces en Tokio he llegado a chocar físicamente con alguien, o bien, con el bolso de otra persona. Pero sólo ocurría cuando íbamos con prisas o cuando se corría con precipitación.

Nunca se chocaba físicamente con otra persona cuando se andaba tranquilamente, o por lugares donde había espacio suficiente para compartirlo desahogadamente con otros transeúntes. Es decir, estaba acostumbrada a caminar entre multitud de personas sin llegar a toparme con nadie, ni causar ningún daño a ningún otro. Tokio me entrenaba así.

Sin embargo, esta última vez que estuve en Tokio, por mi falta de velocidad para esquivar a la gente, se produjeron muchas ocasiones en que casi me choqué con otros peatones y, para colmo, alguna vez choqué totalmente sin poder evitarlo.

Me sentí muy triste por haber perdido mi depurada técnica para evitar los choques. Bueno, quiero aclarar que el hecho de chocar en repetidas ocasiones no es porque engorde mi cuerpo, creo.


El almuerzo de hoy 5 de septiembre de 2010:
Salmorejo de remolacha.
Ensaladilla de patatas, zanahoria, pepino, lechuga y tomate con un toque de perejil.
Albóndigas con macarrones.
Manzana al natural.
Elaborado entre fogones por Macarena.

La comida del día 17 de julio de 2010 en Japón:
(Arriba a la izquierda)
El desayuno: Té y tostada con paté ibérico, ensalada de lechuga, pepino, jamón cocido y huevo cocido.
(Arriba a la derecha)
El almuerzo: Arroz frito y un salteado de pimientos verdes y berenjenas.
(Abajo a la izquierda)
La cena: TEMAKIZUSHI, sopa de MISO de almejas, berenjena cocida, sojas verdes en rama.
(Abajo a la derecha)
Una lata de cerveza bien fría.

4 comentarios:

  1. Las grandes metrópolis tienen unas normas de conducta que desconocemos los ciudadanos de provincias. Por ejemplo, en las escaleras mecánicas del metro de Madrid me paraba a la izquierda y la gente me miraba con instinto asesino, tardé un rato en descubrir que sólo podía pararme a la derecha.

    Tú Macarena, como eres tokiota, perteneces a esa clase de personas con habilidades extraordinarias para vivir en las megalópolis. No te preocupes, seguro que recuperas tus poderes.

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  2. Me gustan mucho tus "recetas", Macarena, creo que he enogordado unos kilos con sólo ver tus fotos jajajajaja ...
    Un abrazo.

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  3. Hola buenas tardes!!

    Creo que has descrito muy bien como son las grandes metrópolis de hoy en día. Muy solitarias, parece increíble que haya tanta gente y a la vez haya tanta soledad. En las ciudades pequeñas pasa lo contrario, menos gente pero menos soledad. No sé si es culpa de la gran metrópoli o de la gente.
    Recordarás facilmente como volver a esquivar gente, eso es supervivencia.
    Creo que tendrías que escribir un libro con tus recetas, aunque no te gusta cocinar. Yo lo compraría.

    Gracias por leerme.
    Buenas tardes!!

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  4. Hola, David. Tokio también tiene unas normas de conducta como Madrid. Pero creo que no es exclusivo de las ciudades grandes, sino que las ciudades medianas y pequeñas también tienen tácitamente algunas normas. Aunque hay pequeñas diferencias entre los países, así que a veces me confundo si tengo que estar a la derecha o a la izquierda. Saludos.

    Hola, Nora. Gracias por opinar bien sobre mi comida. Siempre pienso cuántos alimentos se utilizan, pero nunca pienso cuántas calorías tienen. Creo que necesito pensarlo. Saludos.

    Hola, Miguel Ángel. Cuando estaba andando en la aglomeración de gente en Tokio, me sentía muy viva. No sé si hay alguna relación con la soledad o no, pero no me sentía nada triste. Un libro con mis recetas... Lo pensaré, no estaría mal publicar un libro de recetas si pudiera hacerme multimillonaria. Jejeje. Saludos.

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