jueves, 28 de octubre de 2010

Adiós a mi euro

La crema corporal no puede faltarme en mi vida diaria en España. Es que el aire seco de esta tierra intenta quitar el líquido de mi cuerpo para que mi piel esté seca como las pasas. Así que tengo que luchar contra la sequedad de mi piel.

Un día fui a una tienda donde se vendían tratamientos de belleza para mujeres. Yo  fui allí para comprar una crema corporal porque se me había agotado. Cogí un tarro de crema y fui a la caja registradora para pagar. La vendedora que me atendió, me dijo: "Ahora hay una campaña muy recomendable. La cliente que compra esta crema, puede llevarse un gel con sólo pagar un euro más."

Yo le dije sonriendo: "No, gracias." Instantáneamente, parecía que ella no me comprendía, pero de pronto, ella pensó que yo no podía entender su español, así que me dijo: "¿Inglés?"

Yo le contesté: "No, no. Entiendo español. Pero no necesito el gel, así que no, gracias." Escuchándome, ella puso cara de sorpresa y de no comprenderme nada, era como si me dijera: "¿Pero es que tú eres tonta o qué?" Parecía que nadie había rechazado esa oferta que era tan ventajosa según ella. Ella no abandonó su propósito y siguió insistiéndome en que tenía que aprovechar esa maravillosa oferta. Así que dejaba sin atender a otras clientes que esperaban detrás de mí.

Ella me insistió diciendo que podía llevarme un gel sólo por un euro extra, en vez de pagar el precio habitual que era de seis euros. Bueno, imagino que generalmente sería una oferta que merecía la pena. Pero yo no necesitaba ese gel. Además, ella no sabía el valor que un euro tiene para mí, o a cambio de qué yo podría cambiar un euro. Podría cambiar un euro por cuatro latas de cerveza de cierto supermercado, por dos botellas de un litro de cerveza de cierto supermercado, o bien, por ir a tomar una cerveza bien fría en cierto bar. Si comprara ese gel con un euro, siguiendo el consejo de la vendedora, perdería esas posibilidades cerveceras. Para mí, aunque costara sólo un euro, no podía sacar una conclusión tan fácilmente. Bueno, por si acaso, me gustaría aclararos que yo no soy tacaña, sino una buena ahorradora.

Ella me lanzó repetidamente la expresión "sólo un euro". Pero si fuera así, también para ella, más bien para la tienda, sería sólo un euro de la venta. ¿Entonces por qué me insistía tanto?

A pesar de ello, soy de un país al que no se le da bien la resolución del asunto diplomático. Además, había otras clientes esperando el turno. La vendedora no dejó de insistirme. Así que al final, sí, lo acepté. Le di un euro a cambio de un gel innecesario.

La vendedora estuvo tan contenta que se despidió con la cara muy risueña. Ya sabéis, yo tuve que aguantarme sin tomarme una cerveza bien fria.

La cena de hoy 28 de otubre de 2010:
Arroz con albóndigas.
Verduras al vapor: zanahoria, judias verdes y espárragos verdes.
Kiwi y peras al natural.
Elaborada entre fogones por Macarena.

6 comentarios:

  1. Jojojo, yo sin duda también hubiera aprovechado la oferta. Tú piensa que tarde o temprano acabarás usando el gel, además no caduca.

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  2. Hola buenas noches!!

    Resumiendo :

    Vendedora : 1 / Macarena : 0

    Esta ya te fichó, te va a vender hasta cursos de japonés, jajajajaja.
    Pero opino que a tu país no se le da tan mal los asuntos diplomáticos.

    Gracias por leerme.
    Buenas noches!!

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  3. la verdad es que yo lo compraria :)

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  4. A mí según me pille el día, lo mismo le devuelvo la crema y me largo, por pesada! (eso sí se la devolvería con una sonrisa y un "gracias, pero ya no me interesa"). La verdad es que no me gusta que me insistan, si dejo claro que no quiero lo que me ofrecen.
    Como bien dices, un euro da para mucho si se sabe administrar.

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  5. Pero Macarena!!!! cómo vas a perder la oportunidad de gastar en cerveza, que es la verdadera felicidad??? Mmmmm... parece que al final era muy buena en lo suyo esa vendedora! Jajaja!! Saluditos desde Buenos Aires =)

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  6. Hola, David. Jajajajajaja. ¡Tú habrías aprovechado la oferta! ¿Es porque era “sólo un euro” o porque era un gel? Saludos.

    Hola, Miguel Ángel. Es verdad, aunque fueran cursos de japonés lo que me quieren vender, habría una posibilidad de comprarlos si fuera “sólo por un euro”. Creo que sería una buena ayuda para enseñar japonés. Al menos, siempre queda la posibilidad de venderlo un poco más caro. Últimamente me preocupo mucho por mi país. Saludos.

    Hola, Damajessica. Jejejejeje. ¡Tú también! Ahora pienso que yo fui la única persona que rechacé esa oferta. Saludos.

    Hola, Sol. Tú eres muy valiente. Te admiro. Lo que me falta es esa valentía. Luego, siempre me arrepiento por no decir “no”. Si hubiera sido más de un euro... No quiero ni pensarlo. Saludos.

    Hola, cyberfelina. ¡Esa manera de perder la oportunidad de tomar una cerveza bien fría es insoportable! Jejejejejeje. Pero ella trabajó muy bien como vendedora. Saludos.

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