lunes, 15 de febrero de 2010

La comida de lujo

Aunque llevo más de tres años viviendo en España, todavía mi estómago no está acostumbrado a la comida española. Por supuesto que me gusta comer la comida española, pero es que lo que tenazmente no me gusta es cocinar. Pero después de comer la comida española, en los platos donde está tan presente el aceite de oliva y el ajo, mi estómago está tan cansado que parece que no puede digerirlo fácilmente. Por consiguiente, siempre omito la comida siguiente. Por otro lado, cuando como algún menú a la japonesa que yo cocino, llego a tener hambre inmediatamente. En ciertos casos, me apetece tomar postre después de comer, aunque coma la comida hasta que esté llena. Sé que el aceite de oliva es bueno para el salud, pero para mí sería mejor tomar menos cantidad que para los españoles. Normalmente, cuando cocino la comida japonesa utilizo el aceite de girasol o el de maíz. Y me parece que van bien con la comida japonesa, aunque es mi pensamiento particular. Me parece que los dos huelen menos que el de oliva y, además, son menos pesados y espesos que el de oliva. Pero en el almuerzo que he cocinado hoy no he utilizado ningún aceite, ni una gota. Sin utilizar aceite, también es posible cocinar comida que sabe bien.

Entonces, la comida a la japonesa no puede faltar en mi vida en España. Sin embargo, tengo un problema. Los ingredientes para la comida japonesa son muy caros aquí. Afortunadamente, aunque no se vende todo lo que quiero, por lo menos, puedo conseguir lo que necesito, pero lo que hay es caro. Sé que no sirve para nada comparar los precios entre euros y yenes, pero involuntariamente los comparo y doy un alarido dentro de mi cabeza. Por ejemplo, hay una comida típica japonesa que se llama "NATTO", normalmente a los extranjeros no les gusta porque es soja fermentada y la textura es viscosa y tiene un olor intenso. Cuando vine a España me resignaba a que no pudiera comerlo, pero lo encontré en un supermercado chino. Cuando lo encontré, sentí una honda emoción y naturalmente lo compré. Pero es súper caro, carísimo. Si fuera en Japón, podría comprarlo por menos de un euro, sin embargo, aquí en España, cuesta más o menos cinco veces lo que en Japón. Es decir, esa comida es muy económica en Japón, pero aquí se convierte en una comida de lujo. Como yo soy ahorradora, siempre necesito luchar conmigo misma delante del escaparate donde está mi querido "NATTO": "Te echo de menos, quiero volver a casa contigo. ¿Pero por qué te has convertido en una comida de tan buena posición dejándome a un lado?" Finalmente, lo compro siempre, es que no puedo derrotar a mis ganas de comer. El apetito es invencible. Así que los ingredientes que compraba para ahorrar mi dinero en Japón no sirven para nada para mi cuenta en España.


El almuerzo de hoy 15 de febrero de 2010:
Aperitivo de tomate con GOMASHIO.
"OYAKODON": pollo, cebolla y huevo cuajado encima del arroz en blanco.
Ensalada de repollo y zanahoria al vapor con finas tiras de bonito seco.
Sopa de MISO con berenjena.
Elaborado entre fogones por Macarena.
La cena de hoy 15 de febrero de 2010:
Tortelini de queso.
Ensalada de lechuga, aguacate y pasas.
Sopa de verdura al curry.
Elaborada entre fogones por Macarena.

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